Desde que apareció la verdadera lacra de los últimos años, aprovechando el temor de la gente han surgido varias leyendas urbanas sobre el SIDA como las siguientes:
Hace unos años circulaba la leyenda de que había un grupo de gente infectada de SIDA que por venganza iban dejando jeringas en los cines y que como siempre un amigo de un amigo le había pasado, aprovechando que se suele entrar a oscuras a los cines, al ir a echar mano al asiento se había clavado una jeringa Después el peor de sus temores se confirmó, tenía el SIDA.
Otra muy típica es que hay que tener cuidado con los ligues de discoteca, que hay una chica que va recorriendo discotecas, es muy guapa y les pega el SIDA.
Se cuenta una versión parecida con una prostituta, que al final cuando te levantas por la mañana se ha ido y te encuentras pintado con pintalabios ( o dentro de un sobre) en el cristal del baño "Bienvenido al Club del SIDA".