La leyenda de San Jorge y el Dragón nos deja una historia de valentía y desprendimiento que se manifestó en las acciones de este destacado personaje que vivió por los primeros siglos de la era cristiana
Esta historia es una de las favoritas en muchos países y regiones como Portugal, Georgia e Inglaterra, quienes han destinado el 23 de abril como la fecha de la conmemoración de San Jorge, justamente el día de su fallecimiento.
Este gran honor se destina a Jorge de Capadocia, quien vivía en tierras turcas en los primeros años del cristianismo y en donde –según cuenta la leyenda- existía un feroz dragón que tenía a la población sumida en el terror.
Como era costumbre en algunas latitudes, la calma de la bestia se conseguía con ofrendas que se dejaban para sosegar su ira, por lo que la población de Capadocia decidió entregar en sacrificio a una persona a la suerte para que devorada por el dragón.
Se cuenta que en dicho sorteo salió el nombre de la princesa del reino, y a pesar de que todos se opusieron a que ella se sacrifique, ella tomó la determinación de cumplir con su destino, tal como lo habían hecho otros pobladores.
Luego de ingresar en la cueva del dragón y en la espera de ser atacada por la temible bestia, apareció San jorge quien la defendió contra el dragón y pudo clavar su espada en su corazón.
La leyenda dice que de la sangre emanada por el cuerpo del dragón surgió una rosa, y desde aquel entonces, en el día de San Jorge, la costumbre es que los hombres regalen a las mujeres esta misma flor.