En cuestiones decorativas el gusto personal es lo que cuenta. Cada uno se siente cómodo en un entorno diferente y para gustos se inventaron los colores. Sin embargo, todos sabemos que las formas, los colores, la música y los materiales que nos rodean (las personas también, claro) emiten una serie de vibraciones que pueden afectarnos en gran medida. Para bien y para mal. Porque esas vibraciones determinan la calidad de la energía que nos envuelve.
Por eso el Feng Shui cataloga todas las cosas en yin y yang y las encuadra en alguno de los cinco elementos, para saber con certeza de qué forma esa cosa en particular (un mueble, un cuadro, un color, un objeto decorativo…) nos está afectando y así saber si nos conviene tenerla cerca o no.
La teoría de los Cinco Elementos y todas sus interrelaciones es seguramente una de las lecciones más importantes que podemos aprender en relación al Feng Shui y a la construcción de la atmósfera de nuestra casa.
Pero detrás de eso existen otras sombras que también conviene tener en cuenta. Son quizá aún más sutiles y sólo las vemos cuando alguien nos las señala, llamando nuestra atención sobre ellas. ¿De qué estoy hablando? De la simbología, del significado oculto detrás de cosas aparentemente inocentes.
Dos ejemplos muy notables sobre esto: Se trata de dos dormitorios matrimoniales decorados al gusto personal de los habitantes de la casa. Es probable que un ojo poco atento sólo sea capaz de ver si el estilo le gusta o no.
Seguramente un decorador apreciará la distribución de los muebles, la iluminación, la coordinación de los textiles y cosas por el estilo. De hecho, decorativamente estos dos dormitorios son muy correctos.
Pero un aficionado o profesional del Feng Shui se llevará las manos a la cabeza de inmediato. Prácticamente no verá nada más que ese amenazador elefante sobre la cama del primer ejemplo (por no hablar del frente del armario lleno de espejos) y esos terroríficos espejos afilados apuntando directamente a cada almohada en el segundo ejemplo. ¿No te ha ocurrido a ti al ver estas imágenes?
No conozco a las personas que vivían en estas casas, pero estoy segura de que su matrimonio no fue feliz. ¿Qué relación de pareja podría superar con buena nota una noche tras otra, durante años, ocho horas seguidas, recibiendo esa energía “asesina”?
te invito a que repases tu casa, pared a pared, rincón a rincón, buscando cada objeto, cada cuadro, cada adorno. ¿Qué te transmiten? ¿Te rodeas de cosas hermosas que te traen magníficos recuerdos y te hacen sonreír? ¿O soportas a tu alrededor armas, imágenes que emiten energía de violencia, de dolor, de miseria o de soledad?