Sentir la energía e intercambiarla con la piedra a distancia.
Dificultad:Alta/muy Alta. (Se precisa ya un trabajo previo de manejo de energías. Si sabemos ver auras este ejercicio nos será mas sencillo).
Necesitarás: Una piedra. Si quieres alguna con un fin específico puedes consultar el apartado: Guia rápida de las propiedades de las piedras.
Tiempo: De 10 a 30 minutos. Conviene practicarlo al menos 5 días por semana y cada semana con una piedra en concreto.
Lo que trata este ejercicio es sentir las energías de las piedras a distancia. Para ello nos sentamos de forma comoda y delante de nosotros, como mucho a medio metro, situamos la piedra. Nos quedamos mirandola un rato y nos concentramos en ella, sin dejar que nos interrumpa nada de al rededor. Si sabemos ver auras, intentamos visualizar la de la piedra.
Hay que empezar dando energía a la piedra a distancia, hasta que no consigamos esto (que seguramente no será el primer día), no es conveniente seguir adelante. Enviamos energía, y recibimos su energía, creando un circulo. Es conveniente que nos centremos en uno de nuestros chakras para ello, que actue de canal. Hay gente que hace esto mediante el uso de las manos, pero para este ejercicio no lo vamos a hacer. En el momento que hemos conseguido que haya xxxxxx, y no antes, podremos intentar absorver su energia.
Ahora tendremos que absorver la energhía de la piedra sin enviar tu energía, usarla para recargarnos a nosotros mismos y enviarla a un chakra específico. Si estamos trabajando con algo en concreto, nos informaremos de la piedra más adecuada para ello y el chakra correspondiente. Practica visualiando esto todas las veces que haga falta, al principio será muy complicado, no desespereis, o puede incluso que creamos haberlo conseguido, pero cuando lo consigamos de verdad direis, mierda, sino lo habia conseguido antes.
Cuando cojamos practica con este ejercicio podremos atraer la energía de la piedra en un instante, simplemente teniendo la voluntad de hacerlo. ¿Por que es útil este ejercicio? Porque normalmente llevamos las piedras en la mochila o el bolso, no siempre en contacto con nosotros. Así, cuando tengamos dominado este ejercicio (con una piedra, ya que cada una es diferente), podremos llevarla en el bolso con nosotros y, cuando necesitamo un chute de su energía, tan solo tendremos que visualizar como nos la da.
Con el tiempo la piedra mermará sus energías, pero siempre podremos purificarla y recargarla con la luna llena. Así que conviene que todos los meses dejemos las piedras en un recipiente con agua y sal a la luz de la luna llena una noche para que se limpie y, a la siguiente noche, la dejemos a la interperie para que se recargue con la energía de la luna llena y con los primeros rayos de sol del amanecer.
Lo complicado de este ehjercicio será solo al principio, cuando tengamos practica esto será pan comido.