Cuenta la leyenda,
que en las noches sin Luna,
y solo cuando nuestro corazón siente y se emociona,
El cielo se torna turquesa,
y las estrellas empiezan a resplandecer.
En el silencio de la nada,
la dama de la noche,
acaricia tu espíritu,
mientras deja caer una tenue lluvia de copos de luz.
Y la leyenda cuenta,
que cada uno de esos copos de luz,
son sueños, deseos, ilusiones,
que viajan en silencio por el Universo.
Pero viajan dormidos, en estado latente,
esperando que otro corazón lo haga despertar,
y de esa manera, se pueda hacer realidad.
Por eso aquella noche,
dejé caer algunos de esos copos en mis manos,
y tras un intento e infinito momento de paz,
los aproximé a mi corazón.
Una lágrima empezó a recorrer mi rostro,
al ser consciente que algún deseo, alguna ilusión o sueño,
se haría realidad para aquella persona.
Ofrece tu energía hacia los demás, sin intereses, sin egoísmos....
desea lo mejor para ellos, para aquellos que conoces,
y aquellos que no has visto nunca.
Es una forma de transformar la LUZ.