En el silencio están todas las palabras
y todas las lenguas, vivas y muertas;
en el cero, todos los opuestos.
El Uno, contiene todos los números.
También el silencio amable,
posee la Paz interior.
Si la buscas afanosamente, no la encuentras
y cuando te calmas, viene sola.
Si abrazas al silencio, no se resiste,
y te da un mensaje revelado
el que aprenderás a decodificar
si percibes su Voz insonora.
Si le temes, no lo entiendes,
porque proyectas sobre él todos tu miedos.
Si lo amas, ves que es infinito.
Cada vez que profundizas,
te elevas mas de la mano del silencio.
Pero si amas de verdad,
te encuentras en él
con tu ser amado, sin buscarlo,
y las palabras se hacen vanas.
Todo fluye en armonía.
Recién cuando amas al silencio.
te conviertes el pájaro sin nido.
Aquel que vuela en todos los cielos,
como lo hizo Juan Salvador Gaviota.
Si juegas en silencio,
aprendes las reglas de juego de la existencia
apartando lo superfluo,
al beber del manantial de las cosas simples.
Si te apartas del ruido, la lucha,
el dolor, el sufrimiento y el sacrificio,
descubres el Sitio Común,
allí donde el hermano no pesa
y todos estamos juntos en el Amor.
Y ahora, que nos abrazamos fuertemente en silencio,
con la eternidad en la palma de las manos,
invocamos con fuerza al Eter,
para que el Cosmos nos contenga,
y así, podamos gozar en Paz toda la Creación.
Porque, Juntos Podemos!!!