Los prados, las laderas de las carreteras y los huertos y jardines de todo el país se visten de animados colores, entre los que destaca la caléndula, una planta con llamativas y bellas flores anaranjadas, que crece de forma espontánea en plena naturaleza.
La palabra "caléndula" viene de las calendas del latín que designaban el primer día del mes. Es así porque la caléndula florece todos los meses del año incluso los de invierno siempre y cuando el invierno sea suave. Los vistosos y coloridos pétalos de la caléndula son comestibles y pueden servirnos para animar las ensaladas veraniegas.
Si se quieren aprovechar las propiedades de esta versátil planta se recolectarán las flores frescas que se conservarán en tarros de cristal cerrados herméticamente.
Propiedades:
Aceites esenciales, flavonoides, saponinas, mucílagos y sustancias amargas como la calendina, son algunos de los principios activos que le confieren a la caléndula las diversas propiedades terapéuticas: antiinflamatoria, antiséptica, cicatrizante, desintoxicante, fungicida…
Indicaciones:
Las flores de caléndula están especialmente indicadas en el tratamiento tópico de afecciones diversas de la piel y mucosas, como heridas, pieles inflamadas y resecas, picaduras de insectos y medusas, llagas y magulladuras, verrugas, contusiones e incluso es útil para aliviar las molestias que ocasionan las leves quemaduras solares.
Asimismo, desde antiguo, las flores de la caléndula en infusión combinadas con otras plantas como el anís verde, el hinojo y la manzanilla, se vienen usando como remedio eficaz para tratar trastornos digestivos (gastritis, flatulencia, indigestiones, etc.).
Precaución:
Hay personas que tienen una piel muy sensible y el simple contacto con las hojas o los pétalos de la caléndula les puede provocar irritación.
No se recomienda su uso durante el embarazo, por su acción estimulante del útero.
Plantas con las que combina:
Si se usa como remedio para aliviar molestias cutáneas combina a la perfección con otras plantas aliadas de la piel como son la cola de caballo, el diente de león, el aloe vera y el hamamelis, entre otras.
Para aliviar los problemas digestivos se puede combinar en infusión con plantas afines como el hinojo, el anís verde, la manzanilla, el jenjibre, el poleo y la menta.
Formas de presentación:
Es común tomar caléndula en infusión como remedio para reducir los dolores menstruales. Es suficiente con hervir durante 3 minutos una cuchara sopera de flores de caléndula por cada taza de agua. Los especialistas en fitoterapia aconsejan tomar una infusión al día antes de las comidas, y después quince días antes de la menstruación, con el fin de tratar las molestias, tan frecuentes en muchas mujeres.
Si se desean aprovechar las propiedades curativas de la caléndula para tratar problemas cutáneos, se pueden preparar compresas, que se aplican, a temperatura agradable, sobre la piel irritada. Si se trata de una llaga, es preferible regar con un pequeño chorro la zona afectada, ya que de esta manera se estimula la circulación de la sangre.
La tintura de caléndula también se convierte en un remedio eficaz para tratar la piel inflamada. Para ello, se mantiene en maceración, durante una semana, unos 100 gramos de flores de caléndula en medio litro de alcohol. Luego, con ayuda de un algodón, extendemos sobre las áreas de piel afectada (que no supure). Las hojas de caléndula se convierten asimismo en un oportuno remedio cuando nos herimos en el monte. Basta con aplicar unas hojas de esta planta y mantenerlas apretadas sobre la zona dañada. Esto mismo se puede hacer sobre las durezas y los callos de los pies.
Para aliviar las quemaduras solares muchas lociones solares llevan entre sus ingredientes caléndula. El aceite de caléndula también es uno de los mejores y más populares remedios caseros para aliviar las quemaduras. Es fácil de elaborar, se trata de macerar un buen puñado de flores de caléndula por cada litro de aceite de oliva y ponerlo dentro de un recipiente hermético de cristal durante 40 días en un lugar cálido pero no soleado. Se aplica después del sol como si se tratara de un bálsamo.