Cuando nos levantamos en las mañanas, estamos tan atareados... Taaan ocupados que olvidamos la Divinidad de la que somos parte, nos olvidamos de Dios.
Al levantarnos lo ideal sería que veamos alrededor, que esa luz del sol o la lluvia, el canto de una pajarito o de un grillo (porqué no?) nos recuerde la presencia Divina que hay en todo.
En la brisa, al calor, la sonrisa de un niño, lo sabroso de tu desayuno; en el roce con la piel de un bebé o de tu pareja... En fin, en todo!
Si nos fijamos en lo hermoso de la Humanidad, nada podría hacerte enojar; si le entregamos nuestro día, todos los días a Dios, es más llevadero, hasta el tráfico! Notarás que sonríes mientras el resto de la gente está hostil y esa Paz es imperturbable. Créeme! Haz la prueba!
Entrégate a Dios en Cuerpo y Alma y lograrás ser más Feliz! Serás más tolerante y aportarás Paz.
Sonríe más y preocúpate menos y ten la certeza de que Dios siempre está contigo!