Adicto/a a tus Defensas
Puedes convertirte en adicto a las defensas psicológicas de la misma forma en que hay personas que se hacen adictas al alcohol. Al principio la defensa ayuda a anestesiar algunos de los niveles más profundos de ansiedad y dolor. Como funciona y puedes contar con ella, vuelves una y otra vez a la misma estrategia para arreglártelas. Después de un tiempo, tienes voluntad de tolerar muy poco de la ansiedad o dolor original antes de recurrir a tu defensa. De la misma forma que un alcohólico vuelve otra vez a beber, una y otra vez huyes, atacas a los demás o te atacas a ti mismo a la primera señal de ese sentimiento de estar mal.
Ejercicio: Reconociendo las defensas adictivas
Escribe una lista de tus defensas y explica cómo puedes superarlas.