La esencia de la autoestima es la comprensión contigo mismo. Cuando te comprendes, te comprendes y te aceptas. Si cometes un error, te perdonas. Tienes expectativas razonables de ti mismo. Estableces objetivos alcanzables. Tiendes a verte como básicamente bueno.
Tu crítica patológica no puede soportar que te comprendas. Cuando aprendes a comprenderte, comienzas a revelar tu sentido de valor.
En verdad, la comprensión es una habilidad, una habilidad que puedes adquirir si no la tienes o mejorar si la tienes ya. La habilidad de la comprensión tiene tres componentes básicos: comprensión, aceptación y perdón.
Ejercicio: Hacia Una Mente Compasiva
Para desarrollar una mente comprensiva, debes hacer un compromiso por una forma diferente de pensar. La vieja forma era juzgar y luego rechazar. La nueva forma requiere que suspendas el juicio por unos momentos. Cuando te enfrentes a una situación que evalúas tradicionalmente de forma negativa (“Es estúpida... Me contraje otra vez... Es un egoísta... Soy un incompetente...”), en vez de ello puedes utilizar una serie de pensamientos que son la respuesta compasiva. Describe en tu diario personal tres situaciones en las que a menudo te rechazas y tres respuestas compasivas.