INSEGURIDADES PERSONALES

Como sabes "Sin tetas no hay paraíso" es el nombre de una famosa telenovela. La heroína de la novela hace lo que no debe por conseguir dinero para hacerse una operación de aumento de busto
Si la belleza diera felicidad Marilyn Monroe no se hubiese matado y tantas otras famosas muy bellas no serian drogadictas ni divorciadas.

Según estudios la belleza ayuda, las personas atractivas ganan más que las menos atractivas. Las personas que se “creen” bonitas son más felices. Pero según otros estudios la felicidad depende de nuestra actitud en la vida no de la belleza. La belleza es subjetiva por eso “cree” esta entre comillas.

Hay muchas modelos famosas que antes de hacerse modelos eran consideradas feas por otros y por ellas mismas por ser excesivamente flacas y altas. Una vez alguien las descubrió y se convirtieron en modelos, casi todo mundo (incluso ellas mismas) las consideran bonitas. Ellas no cambiaron, cambio su estilo personal y su autoestima.

Los medios de comunicación y los anuncios juegan con nuestras inseguridades para convencernos que debemos comprar sus productos o leer sus revistas. A veces nos convencen que sin este producto o sin el otro no estamos completas.

Según estudios las personas que se hacen cirugías plásticas se sienten mejor con ellas mismas. Yo tengo amigas que se han sentido mejor, pero poco a poco las inseguridades de nuevo resurgen. Yo no estoy en contra de las cirugías pero creo que no podemos poner nuestra autoconfianza y nuestra felicidad en algo tan vano como nuestra imagen.

Somos personas que tenemos mucho que ofrecer no solo tetas o una barriga plana. Las inseguridades deben de tratarse en un plano mental y emocional antes de recurrir a algo externo.

Si sientes que hay una parte de tu cuerpo que te impide ser feliz haz algo por cambiarla, pero también analiza si tienes otras inseguridades. Una vez conozcas tus inseguridades y las analices veras que son irreales o infundadas. Nuestras inseguridades normalmente vienen de traumas o necesidades no satisfechas en nuestra infancia y necesitamos traerlas a la luz para que como adultos podamos confrontarlas.