Donde hay desesperación, no hay tiempo, y si hay tiempo, entonces no hay desesperación, el tiempo y la desesperación no conviven juntos, mas bien se repelen, de hay que la impaciencia sea la mejor amiga de la desesperación.
Por muy desesperada que sea una situación, en realidad la medida de su tamaño se lo damos nosotros mismo, no todo el mundo ve las situaciones de la misma manera, ni del mismo tamaño, unos conviven con pequeñas desesperaciones y otros con grandes desesperaciones, cada uno escoge la suya propia, a pesar de que no lo sepa, viviendo una silenciosa desesperación, una vida de conformismo y resignación.
Curiosamente la desesperación te puede llevar por dos caminos; el conformismo y la inconformidad.
La inconformidad rompe con tu patrón de vida antigua, rompe con muchos conceptos e ideales, y descubres nuevos senderos, sales de la rutina y te aventuras a emprender, te arriesgas mas, vas mas allá, buscando tu libertad y una vida digna.
El hombre con poca voluntad y deseos, solo lo moverá la desesperación que a su vez alimenta a la esperanza y a su vez, apaga la llama del miedo. Un desesperado puede incluso llegar a hacer, lo que nunca se hubiera imaginado que pudiera llegar a hacer y se sorprendería de saber, hasta cuanto puede llegar a soportar y resistir.
La paciencia y la inteligencia son las mejores armas contra la desesperación, pues no hay nada mas absurdo que esperar, sin saber hacia "donde" vas y "porque", siendo estos dos atributos los que mientras lo hagamos crecer y cultivar mantendrá a la desesperación débil y alejada.