Todas las personas estamos afectados en menor o mayor grado de sentimiento de inseguridad, y la actitud en respuesta a dicho sentimiento, generalmente suele elegir entre dos caminos: uno activo, viril, combativo, que nos lleve hacia el afán de superación como compensación, como ejemplo históricos fueron Demóstenes, Beethoven, Napoleón..., el otro camino es de aprovecharse de la propia inseguridad y explotarla aprovechando la buena voluntad de los demás obligándoles a que hagan lo que nosotros queremos.
Una persona perfecta completamente adaptada en el medio en que vive, tanto en su mundo interior como exterior, viviendo en equilibrio tanto consigo mismo como con los demás, eso es una utopía.
El estilo de vida que llevamos y la adaptación del individua al medio y a su realidad, son la base esencial para descubrir su equilibrio psíquico.
Nadie esta totalmente adaptado, nadie se siente totalmente seguro de si mismo, nadie tiene una perfecta relación con los demás, como consigo mismo.
Todo lo que somos, lo venimos arrastrando desde la niñez, el niño se encuentra ante el mundo en una situación de inferioridad y de hay la necesidad de superación, auto-seguridad e inseguridad.
Hay una ley en psicología que señala que cuando la conciencia tiende exageradamente hacia un punto, el inconsciente tiende hacia el opuesto.
Es decir, cuando mas apunta las tendencias hacia arriba, en un sentido de ascenso, de poder, de superación, de valor, éxitos en excesos, mas positivamente indican que interiormente el individuo se siente hacia abajo, es decir que posee un sentimiento de inseguridad intimo.