Uno de los discípulos de Yu estaba conversando con un discípulo de Rinzai:
–Mi maestro es un hombre capaz de hacer milagros, y por causa de eso es respetado por todos sus alumnos. Yo ya le he visto hacer cosas que van mucho más allá de nuestra capacidad. ¿Y el tuyo? ¿Qué grandes milagros es capaz de realizar?
–El mayor milagro de mi maestro es que no necesita mostrar ningún prodigio para convencer a sus alumnos de que es un sabio –fue la respuesta.