Busca un punto de luz, puede ser en el centro de tu pecho (chakra del corazón). Conecta con tu centro del corazón. Desde ahí visualiza el eje vertical que te sostiene, y que te conecta con la Tierra y el Cielo. Conectarse primero con la Tierra y después con el Cielo.
·Respirar profundo y suave, rítmicamente. No cortar la respiración. Permitir que fluya el aire, que circule. A medida que respiramos recibimos luz por nuestro eje vertical. (en el sentido de la columna vertebral).
·Recibimos luz de nuestra estrella en lo alto, la estrella está más allá de nuestra cabeza.
·La Luz nos rodea y entra en el cuerpo por la cabeza (coronario), pasa por dentro de la cabeza, el cuello, y recorre el interior de las vértebras hasta llegar a la base de la columna. La Luz continúa su recorrido vertical, sale de nosotros y penetra en la Tierra, lo más profundo que podamos imaginar.
·Sigue bajando más Luz de estrella y la pasamos por el eje vertical, enviándola al interior de la Tierra.
·Nos convertimos en canales para llevar Luz a la Tierra.
·Anclando esta Luz, comenzamos a irradiar Luz desde el Corazón. Rayos luminosos en todas direcciones.
·Irradiamos Luz por todo el cuerpo.
Esta energía circulando dentro nuestro abrirá portales interiores, activando aspectos de nuestra conciencia que antes teníamos vedado. Al abrirse nuestra conciencia, se abrirá también la de otros.