La bendición es algo más que un rito, es una oración poderosa. ¡Muy poderosa! Porque significa colocar a tu esposa/o ( o novio/a)bajo la protección de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. .. Y si invocamos la protección de Dios, eso quiere decir que pedimos todas las gracias, todos los dones, toda la seguridad que Dios mismo puede dar… y Dios lo puede todo, porque para Dios “nada es imposible”.
Nuestro Señor, quiere por tu intermedio derramar sobre él/ella: gracias, dones, paciencia, consuelo, fortaleza, sabiduría, luz, amor.
Para bendecir, el “bendecido” puede o no estar presente. ¿Cómo hacerlo?
1- Ponte en presencia de Dios, y pide perdón por tus pecados con tus propias palabras (por ejemplo “Soy pecador, pero cuento con tu misericordia, te pido perdón por mis pecados. Límpiame de todo pecado. Hazme hoy instrumento de tu bendición” y toda otra expresión que brote sinceramente de tu corazón). Si lo haces juntos con tu cónyuge pueden rezar el “Pésame”.
2- Luego sigue orando así:
“Señor, derrama en mi corazón el Espíritu Santo y el don de bendecir, Te lo pido, Padre, en el nombre poderoso de Jesús. Amén”.
3- Piensa en tu cónyuge y di con fe :
“Yo te bendigo(decir su nombre) en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Si lo prefieres puede usar la fórmula de San Francisco de Asís:
“El Señor te bendiga y te proteja,
te muestre su rostro y tenga piedad de ti.
Te mire con amor y te conceda su paz”.