Adivinación que se practicaba haciendo varias ceremonias sobre la cabeza de un asno, era muy familiar entre los Germanos y los Lombardos, posteriormente, sustituyeron al asno por una cabra, las practicas se hacían poniendo la cabeza de un asno, sobre carbones encendidos y recitando las plegarias, pronunciaban los nombres de aquellos de quienes sospechaban que habían cometido algún delito y observando el momento en que las mandíbulas del animal se chocaban, el nombre pronunciado en aquel instante, designaba el culpable.