Arte de predecir el porvenir por medio del agua, esta adivinación es debida a las personas.
Primera: Cuando a consecuencia de las invocaciones u otras ceremonias mágicas, aparece sobre el agua los nombres de algunas personas o cosas que se deseaba conocer, escritos al revés.
Segunda: Se servía de un vaso lleno de agua y de un hilo del cual estaba suspendido un anillo que golpeaba cierto numero de veces el vaso.
Tercera: Echaban sucesivamente y a cortos intervalos 3 piedrecillas en el agua limpia y tranquila y de los círculos que se formaban en su superficie como de su intermitencia deducían presagios.
Cuarta: Examinabas atentamente los movimientos y la agitación de las olas del mar, se sacaban los presagios del color del agua y de las figuras que se creían ver en ellas.
Sexta: También por una especia de hidromancia los antiguos germanos aclaraban sus sospechas concernientes a la fidelidad de sus mujeres, arrojaban al RHIN, a los hijos que parían, si sobrenadaban los tenían por legítimos, si se iban al fondo por bastados.
Séptima: Llenabas un cazo de agua y después de haber pronunciado encima ciertas palabras, hervían el agua y se salían las palabras por los bordes.
Octava: Ponían agua en un jarrón de vidrio o cristal añadían una gota de aceite y veían en aquélla agua, como en un espejo aquello que deseaban instruirse.
Novena: Las mujeres germanas practicaban otra especie de hidromancia, examinaban los ríos en los golfos y torbellinos que se formaban para poder adivinar el porvenir.