Una de las criaturas más importantes dentro del bestiario mitológico de la cultura andina, es sin lugar a dudas, el Jarjacha (carcaq), monstruo representado ya sea de manera zoológica, como una llama de dos o hasta tres cabezas, e incluso antropomorfa, mitad hombre y mitad llama, que aterra a los pobladores de la serranía con un grito estruendoso expresado como un qar-qar-qar, de donde dicen, proviene su nombre.
Según la mitología, el Jarjacha, sería en realidad personas, seres humanos condenados por Dios ha convertirse eternamente en este monstruo por haber cometido uno de los pecados sexuales más trasgresores para el cristianismo, éste es, el pecado del incesto.
Es decir, toda persona que comete una relación carnal entre padres e hijos, correrá el riesgo de convertirse en esta criatura, que según las historias tiene el poder de hipnotizar a sus víctimas mirándolas fijamente a los ojos para luego asesinarlas.
¿Cómo matar a un Jarjacha?
Para matar a un Jarjacha, uno deberá convocar un conjunto de personas, las mismas que deberán estar provistas con fuertes cuerdas hechas de lana de llama, crucifijos, y cualquier objeto de metal que pueda también ser usadas como armas, como picos, barretas o hachas, de las que se dicen serían las más efectivas.
Sin embargo, pese al miedo popular que se le tiene a esta criatura, no todos los pobladores desean su muerte y es que existen testimonios que aseguran que lo más ‘beneficioso’ no es su muerte, sino, simplemente su captura, esto debido a que la leyenda advierte que el Jarjacha, sólo se transforma de noche (tal y como podría ser el mito del hombre lobo), es por ello, que muchos lo capturan para luego, aprovechando la luz del día y volviendo el Jarjacha a ser un ser humano, reconocerlo y pedirle una fuerte cantidad de dinero para no divulgar el secreto sobre quién de todos los ciudadanos del pueblo ha cometido el terrible pecado del incesto con uno de sus hijos.
¿Existe el Jarjacha?
Si bien la imagen del Jarjacha puede sonar sumamente ridícula lo sorprendente del caso, es la cantidad de testimonios y comentarios de los pobladores que aseguran haber visto u oído a esta criatura. Por nada, el mito de este animal-demonio, es uno de los más conocidos y transmitidos por estas sociedades.
Lógicamente, existirían explicaciones sencillas del porqué se habría originado este mito. Una de las más sencillas estaría vinculada directamente a la Iglesia Católica y a predisposición de esta a la creación de historias o mitos (aprovechando quizá la fascinación mitológica de estas culturas) para difundir un mensaje directo o en el caso del incesto, una prohibición. Es decir, inventar el mito del Jarjacha para advertir a los pobladores los peligros de tener relaciones, o peor aún, descendencia, entre miembros de la misma familia, algo que por además, era y es muy común, en sociedades aisladas.