Si pensás que estás en presencia de energía que no te favorece, no te deja avanzar, te entristece o bajonea, hay muchas soluciones. Conocelas!!!
Si hace rato que venís con mala racha y se te ocurre pensar que simplemente estás bendecido por un elefante. No te dejes estar, ni engañar. La mala onda existe y te llega como una energía negativa que oscurece todo lo que quieras hacer o emprender.
¿De donde viene? De las personas y de las cosas que ellas tocan. ¿A caso no somos energía? Bueno, si somos energía también la transmitimos. El tema es que existe la buena y la mala energía y eso puede beneficiar o perjudicar a los demás y a quienes la poseen.
Vamos a unos ejemplos. El amor es una buena energía, el odio es mala y la envidia es la peor de todas y la que más rápido llega.
Si te parece que estás en presencia de alguna energía que no te favorece, te intranquiliza, no te deja avanzar, te entristece o bajonea, hay muchas cosas para hacer.
A nivel personal, podés hacer un baño de descarga:
Cuando estés en tu bañadera volcá sobre tu cuerpo (no sobre tu cabeza) un vaso con agua, mezclado con un chorro de vinagre y unas gotitas de miel.
Esta solución debe secarse, sola, sobre tu cuerpo. No debes quitarla con una toalla.
Repetí este baño tres veces a la semana.
Una vez que lo hagas, verás rápidamente los resultados.
Para armonizar tu casa:
Utilizar las horas del crepúsculo (de 18 a 20).
Separar todo aquello que esté apoyado en la pared.
Preparar tres carboncitos que deben colocarse en una lata o una vasija de barro. Los carbones deben colocarse en forma de triángulo.
En el medio de esos carbones colocar incienso, romero, orégano, café molido y la piel de un diente de ajo.
Encender los carbones y defumar en forma circular tres veces cada uno de los rincones de tu casa y alrededor de cada uno de los muebles que tengas en el lugar.
Las ventanas deben estar cerradas.
Una vez que cumpliste este ritual debés alejarte del lugar, luego de 15 minutos, volvés, recién ahí, abrís las ventanas.
Este procedimiento permitirá que tu entorno recobre la armonía que había perdido y te sientas más cómodo/a y confortable.
Los carbones y las hierbas pueden conseguirse en cualquier santería.
Para alejar las malas ondas en el trabajo:
Dibujá un ojo en un papel y pintá la pupila de rojo.
Alrededor del ojo y formando un cuadrado poné los nombres de las personas que te rodean y que pienses que te tiran mala onda.
Guardá este papel en un cajón.
Elegí dos días en la semana en los cuales puedas llevar dos claveles rojos y uno blanco para poner en un florero en tu escritorio.
Al cabo de los dos días llevar esos claveles a tu casa y enterrarlos en una maceta.
De esta manera, lo que estás enterrando es nada más y nada menos que la mala onda recibida.