Quien planta árboles, cosecha alimento.
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.
No obstante, hay quien prefiere sembrar
tristeza y cosechar amargura,
plantar discordia y cosechar soledad,
sembrar vientos y cosechar tempestades,
plantar ira y cosechar enemistades,
plantar injusticia y cosechar abandono.
Somos sembradores conscientes,
repartimos diariamente millones de semillas
a nuestro alrededor; que podamos escoger siempre las mejores,
para que, al recibir la dádiva de la cosecha justa, tengamos siempre
motivos para agradecer...