Detente y recuerda

Si estás por perder el rumbo, detente y tómate un instante para considerar hacia dónde estás yendo. Recuerda por qué empezaste a recorrer el camino en el cual ahora estás.

Cuando las muchas distracciones de la vida te pongan en riesgo de perder el foco, detente y date a ti mismo la oportunidad de recuperar algo de claridad. Recuerda la profunda pasión con la cual empezaste este recorrido.

Cuando parezca que nada está marchando como esperabas, detente y hazte algo de tiempo para ajustar tu perspectiva. Recuerda cuán lejos ya has llegado, y ten presente que las acciones positivas y concretas realmente generar resultados positivos, concretos y valiosos.

Si te das cuenta de que estás preocupado, detente y permítete un bien merecido y refrescante descanso. Luego podrás saltar nuevamente hacia tu emprendimiento con renovado vigor y sentido.

Si sientes que has perdido la fe en la benevolencia de la vida, detente y echa una mirada a tu alrededor. Ofrece sincera ayuda a alguien necesitado y rápidamente sentirás que tu corazón está siendo sanado.

Si descubres que has sido atrapado por las frustraciones que te rodean, detente y recuerda los tesoros que más profundamente valoras. Y reconectarás con la increíble abundancia que constituye tu vida.

Gabriel Sandler