</SPAN>El movimiento de los planetas en el Zodíaco, se realiza en el sentido contrario de las manecillas del reloj.
El orden de los planetas es el siguiente: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, los cuales constituyen los siete astros principales, que nos indican cualidades propias del individuo. Les siguen en el orden: Urano, Neptuno y Plutón, que se consideran astros secundarios, ya que están bastante alejados de la Tierra y sus influencias solamente notarán a nivel colectivo y generacional.
En cualquier caso, cada planeta tiene un significado diferente y peculiar, y que según su situación en el Zodíaco, se combina con las cualidades particulares de cada uno de los signos que lo componen.
Los planetas, según su naturaleza, se clasifican en:
ü Benéficos: Júpiter y Venus.
ü Maléficos: Marte, Saturno y Urano.
ü Neutros: el Sol, la Luna, Mercurio y Neptuno.
Los siete planetas o astros principales son:
El Sol. El "yo". Es el principio masculino. Representa el espíritu, la expresión y la manifestación de la voluntad instintiva del individuo, su personalidad en vías de realización. Significa el deseo espontáneo y sin reflexión, que genera las afinidades y atracciones o las indiferencias y repulsiones. El Sol identifica al padre, al hermano o al esposo.
La Luna. Las
emociones. Es el elemento femenino. Representa el alma, la expresión y la manifestación de la sensibilidad y las emociones del individuo. A través de los cinco sentidos el individuo puede tomar consciencia de su personalidad y del mundo que le rodea, puede percibir e interpretar la imagen que tiene de sí mismo y del entorno. Significa la vida interior, la imaginación y la fecundidad. La Luna identifica a la madre, la hermana o la esposa.
Mercurio. El intelecto. Representa la mente y la habilidad de ejecución. Significa la expresión y la manifestación del intelecto del individuo, su "yo" cerebral y subjetivo. Al establecer el contacto sensible con el mundo, el individuo capta y aprende todo lo que ve, suscitando la "reflexión“. Con su inteligencia, busca los instrumentos que le faciliten la comunicación y la relación con el mundo exterior (la sociabilidad).
Venus. Los sentimientos. Representa los amores y los afectos, así como las facultades artísticas. Significa la expresión y la manifestación de los sentimientos y las motivaciones del individuo, su "yo" emocional. Es la combinación de la expresión de los sentidos y la sensibilidad (lo sentido) con la actividad cerebral (lo mental). Son los sentimientos, los que ponen en movimiento al ser humano.
Marte. La acción. Representa la energía y su expresión. Es la manifestación de la afirmación del ego y el poder de acción del individuo, el yo activo. Para diferenciarse, cada individuo debe afirmarse e imponer sus propias elecciones e iniciativas, y actuar en consecuencia. A través de la capacidad de acción el individuo exterioriza y manifiesta su empuje hacia la vida, puede lograr sus objetivos y satisfacer sus deseos.
Júpiter. La alegría de vivir. Representa todo lo que está establecido. Es la expresión y la manifestación de la alegría de vivir del individuo, su "yo" expansivo. Una vez afirmado el hombre aspira a poseer el mundo que le rodea, a dar curso a su alegría de vivir, a abrirse y disfrutar de los bienes, materiales y espirituales de este mundo; al tiempo que adopta un estilo de vida y una forma de expresión propios. Significa las satisfacciones obtenidas en la vida.
Saturno. La razón. Representa la expresión y la manifestación de la maduración del individuo, su "yo" racional y objetivo. El hombre adquiere conciencia de sí mismo y de sus limitaciones, reúne, sintetiza, concentra, madura e interioriza lo aprendido. Se esfuerza y adquiere el rigor y el dominio de su propio destino, y lo distingue de su libre albeldrío. Aprende a medir las consecuencias de sus deseos y de sus actos, descubre sus verdaderas motivaciones y va a lo esencial, se vuelve íntegro.
Los tres astros o planetas secundarios son :
Urano. La independencia.
Representa todo lo nuevo, abrupto y repentino. Significa la expresión y la manifestación del espíritu de independencia, su "yo" impulsivo. El hombre es consciente de sus limites y es capaz de distinguirse de sus semejantes, revelando su individualismo activo, su fuerza de decisión y su autonomía. Significa el dinamismo y la solidaridad con los demás. Urano señala los cambios radicales, en el orden físico, material o espiritual; corresponde a un punto de ruptura con el pasado, dejándole libertad para realizarse.
Neptuno. El inconsciente. Representa el dominio de las aspiraciones, los sueños y el inconsciente. Significa la expresión y la manifestación del poder de transformación del individuo, su "yo" receptivo. Gracias a su receptividad psíquica, el hombre es capaz de adaptarse a todas las situaciones y tendencias externas, y puede llegar a transformarse gracias a ellas. El individuo se descubre en una dimensión superior y aprende a confiar en sí mismo.
Plutón. La transformación. Representa la expresión y la manifestación del potencial de creatividad del individuo, su "yo" impulsivo. Significa el instinto que el individuo lleva dentro y que no puede reprimir, y que da la posibilidad de hacer y deshacer, de producir y destruir. Su poder de creatividad se confronta con el misterio de la vida y de la muerte, de los cuales debe tomar consciencia para aprender a regenerarse