Miedo.

A veces, cuando nuestra vida es magnífica, nos angustia la idea de que pueda suceder algo malo que nos lo quite todo. Yo lo llamo «angustia gratuita». Sentimos angustia cuando tenemos miedo y no confiamos en nosotros mismos.

Limítate a reconocerla como la parte que está acostumbrada a que siempre te inquietes por algo; dale las
gracias por preocuparse y deja que se vaya.

Estoy siempre totalmente a salvo

Recuerda que cuando piensas en algo que te da miedo, ese pensamiento está tratando de protegerte. ¿No es eso precisamente el miedo? Cuando te asustas, la adrenalina irrumpe en la sangre para protegerte del peligro. Dile al miedo:

«Te agradezco que quieras ayudarme». Después, haz una afirmación referente a ese miedo en particular. Reconócelo y dale las gracias, pero no le concedas más importancia.

Louise L. Hay

Tienes mucha razon lolys, el miedo paraliza pero hay que tenerlo muchas veces pero sin hacerle demasiado caso, eso nos dice que estamos vivos, lei en una ocasion una frase que la llevo siempre conmigo que me encanta, "la felicidad es la ausencia del miedo" y que gran verdad.