El origen del sufrimiento en una separación sea de pareja, familiar, etc.. proviene de una evidencia de abandono cuando se estaba en el vientre de mamá, apegos que generan esa herida, miedo a separarme porque me van abandonar y muero.. sucede en la más tierna infancia o en la infancia. Es por ello necesario sanar nuestras heridas de la infancia.
¿Por qué nos complicamos la vida intentando hacer lo que sea menos permitirnos aceptarlas y vivirlas?
De qué sirve comprender si eso implica no vivir nada?
Cuando nos permitimos vivir las emociones, nuestro cuerpo enseguida nos da una información importantísima: sentimos claramente una gran remoción y liberación de nuestras heridas, sentimos relajación física, señal de que estamos en camino para iniciar el proceso de auto-sanacion, comenzamos a valorarnos y respetarnos y la mente ha dejado de interponerse en querer controlar.
La gran responsable del dolor, es la mente nisiquiera es la emoción, ya que la mente es la que bloquea esa emoción y no permitimos que fluya. Cuando comienzas aceptar y hacerte responsable de esa herida, la haces consciente y te liberas. No solo se trata de identificar la herida, sino de comenzar a transformarla aquí y ahora. La mirada es hacia adentro!