Recibir la llamada de un personaje desde dentro de un videojuego? ¿Resucitar a Aeris de Final Fantasy VII? ¿Quedarnos traumatizados de por vida jugando a un shoot 'em up de la vieja escuela? A los videojuegos no le faltan mitos ni historias para no dormir.
Esta industria ha desarrollado un lenguaje propio, una voz marciana que nos invita a soñar en píxeles, más cerca de la fantasía literaria que el realismo cinematográfico. ¿Dónde si no puedes hacer realidad cualquier bobada imposible? Sustrato perfecto para alimentar nuestra loca imaginación adolescente. Estos son los más famosos mitos que han dejado 40 años de historia videolúdica.
Un videojuego enterrado en mitad del desierto
Y comenzamos por un clásico, que además es verídico. Hablar del 'E.T. the Extra-Terrestrial' de Atari 2600 es hacerlo de uno de los grandes fracasos en la industria del videojuego. Un cartucho producido en seis meses que, en la práctica, fue diseñado en seis semanas. Atari buscaba la gloria y la propiedad intelectual quemaba en las manos de la gran editora. La película de Steven Spielberg logró un éxito que pretendían replicar, así que se produjeron miles y miles de copias.
El apodado «peor juego de la historia» nació preñado de bugs tan flagrantes como un hoyo que, de caer en él, no podrás salir, así que tendrás que empezar de cero. La crítica no se hizo esperar y cientos de niños acudieron con sus papás a devolver este desmadre. Para esconder tamaño fiasco baja la alfombra, varios camiones con copias acabaron enterradas en mitad del desierto de Alamogordo con el aval del gobierno mexicano.
Pueblo Lavanda y la hipnosis mortal
¿Una zona del primer Pokémon que nos induce al suicidio? Eso dice la leyenda urbana. Una melodía en tonalidad menor, redundante, lenta, oscura, que aterra e hipnotiza a partes iguales. Ahí reside un cementerio Pokémon. Y Junichi Masuda compuso una melodía minal y tenebrosa El imaginario colectivo hizo el resto.
Conocido en internet como el Síndrome de Pueblo Lavanda, se dice que pasar mucho tiempo en esa zona induce a un colapso mental que después lleva al suicidio. Una conexión sin sentido que parte de una noticia real: la emisión en TV de 'Denno Senshi Porygon', la serie oficial de Pokémon, provocó que casi 700 personas terminaran en el hospital, tras sufrir convulsiones. A partir de entonces, en miles de series, juegos y pelis figura el aviso sobre epilepsia fotosensible, una dolencia que entonces era poco conocida.
Mike Tyson versus Mario
Y dejamos a un lado las multimillonarias pérdidas y los creepypastas para alabar otro mito: dice la leyenda que en el 'Mike Tyson Punch Out' si, justo cuando queda un minuto y treinta segundos del segundo asalto, pulsas el botón START, aparece Mario y dispara a tu personaje. Una trolleada tremenda. Mario solo aparecía como árbitro en algunas ediciones, todo lo demás eran invenciones de jugadores.
Control mental con Polybius
Según la leyenda, Polybius sería una máquina experimental que usó la CIA para reclutar y espiar el auge de los videojuegos entre la población. La realidad es más prosaica, Polybius ni siquiera fue un arcade de poca tirada distribuido por Sinnesloschen. No existió.
Cuenta el relato que una de sus escasas recreativas fue instalada en en Portland (Oregón) y se decía que todo aquel que jugaba pasaba por tres fases: adicción, con ansiedad por querer seguir jugando; trastornos del sueño, con pesadillas fatales y convulsiones; y, en último término, la muerte o un lavado de cerebro completo. Algo ridículo; la realidad apunta a bulo, a la influencia del genial Tempest de David Theurer. Un juego que, aunque sí producía mareo y efecto tetris, nunca mató a nadie.
Pues mato al perro
Otra leyenda curiosa que pusimos a prueba toda una generación de jugones: en Duck Hunt, el clásico de NES que jugábamos haciendo trampa acercando la pistola al máximo permitible de la pantalla, se decía que podíamos matar al perro si le disparábamos en un momento preciso justo cuando asoma las orejas. No os molestéis en probar, ya lo intentamos algunos durante años. Es imposible.
Una PS2 para gobernar el mundo
Dos leyendas en una: se decía que el procesador de PlayStation 2 era tan potente que se podía convertir a esta máquina de 128 bits en un arma de destrucción masiva. Una forma de capitalizar tensiones geopolíticas que acabó en la portada de algunos periódicos. También se dijo que Saddam Hussein, presidente por entonces de Irak, compró miles de ellas para fabricar su propio superordenador para conquistar el mundo. Un eco que se tradujo en juegos como America's 10 Most Wanted.
De igual manera que Estados Unidos no encontró argumentos reales para la invasión de Irak, la consola nipona no era ningún súper ordenador para dirigir misiles intercontinentales. Al contrario, las leyes de exportación encarecieron la consola en países africanos y americanos como Brasil, que tuvieron severos problemas para distribuir la máquina.
El rostro de Herobrine
Los fans de Minecraft reconocerán esta leyenda reciente. Se cuenta que un jugador marchó a buscar materiales y divisó a lo lejos algo moviéndose entre las brumas. Al acercarse se topó con un personaje de ojos blancos que nunca se movió, se mantuvo en silencio e inerte. Excepto si pides ayuda para saber de qué se trata; entonces acudirá a nosotros y nos dirá "déjalo". Qué mal rollo, ¿no?
El mito se remonta al propio autor, a Markus Alexej Persson, conocido comúnmente como Notch, y a su presunto hermano fallecido años atrás. La realidad es que Notch no tienen ningún hermano muerto y es imposible que acabes topándote con Herobrine, ni en la ficción ni en la realidad.