Empezar de nuevo

Errores del pasado, tristezas contraídas, lágrimas lloradas, desajustes crónicos!...

A veces, crees que todas las bendiciones yacen extintas, ¡Que todas las puertas se muestran cerradas para la necesaria renovación!...

Olvidaste, no obstante, que la misma sabiduría de la vida determina que el día se rehaga cada mañana.

Empezar de nuevo es el proceso de la Naturaleza, desde la solitaria semilla al gigantesco linaje.

Si sufriste el peso del desengaño, nada te obliga a permancer bajo la corriente de la desilusión. Reinicia la construcción de tus ideales sobre
bases más sólidas y regresa para arrullarlos al calor de la experiencia en plenitud de fuerzas nuevas.

El fracaso nos visitó durante algún intento de elevación, pero eso no es motivo para el disgusto o la auto-piedad sino, frecuentemente,
el malogro de lo que ansiamos significa una orden de Alto para el cambio de rumbo y, empezar de nuevo, es el camino para el éxito deseado.

Hemos sido desatentos, frente a los demás, cultivando indiferencia o ingratitud; no obstante, es perfectamente posible rehacer las actitudes y comenzar de nuevo la siembra de la simpatía, ofreciendo bondad y comprensión a los que nos rodean.

Hemos perdido afectos que suponíamos inalterables; aún así, no es justo que por eso, caigamos en el desaliento.

El tiempo nos permite empezar de nuevo, en la búsqueda de nuestras auténticas afinidades, esas afinidades susceptibles de insuflarnos
valor para soportar las pruebas del camino y asegurarnos la satisfacción de vivir.

¡Deshagámonos de pensamientos amargos, de las cargas de la angustia, de los resentimientos que nos alcancen y de las ofensas recalentadas en el pecho! Abramos las ventanas del alma para que el sol del entendimiento nos higienice y caliente la casa íntima.

Todo en la vida puede ser comenzado de nuevo para que la ley del progreso y del perfeccionamiento se cumpla en todas direcciones.

Efectivamente, en muchas ocasiones, cuando despreciamos las oportunidades y tareas que nos son concedidas en la obra del Señor, volvemos muy tarde con el fin de revisarlas y resumirlas, pero nunca es demasiado tarde...