Especie de adivinación por medio de una criba, de un cedazo, o de un tamiz, colocar la criba sobre unas tenazas que se toman con dos dedos, empezar a nombrar a las personas sospechosas de robo u otro delito oculto, es culpable aquélla, que al decir su nombre la criba empieza a temblar o se voltea si en lugar de una criba se pone un tamiz sobre un plato, nómbrese del mismo modo a las personas sospechosas y el tamiz rodará hacia el nombre del ladrón.