Bonifacia CO-CREADOR@
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| Tema: 5 personas nos cuentan su experiencia cercana al empalamiento por ‘superpene’ Mar 17 Oct - 19:58 | |
| [size=36]5 personas nos cuentan su experiencia cercana al empalamiento por ‘superpene’ [/size]
Mola conducir un Hummer. Mola fotografiar una ballena azul. Mola subir a lo alto del Burj Khalifa y, en resacas épicas, mola meterse entre pecho y espalda un menú Super Size. En definitiva, las cosas grandes molan. Pero cuando esa desproporcionalidad afecta al tamaño del miembro viril de nuestro acompañante, la cosa deja de molar un poco. Un pene excesivamente ostentoso, a no ser que seas una diosa del porno, puede causarte un trauma de por vida y afectar a tu movilidad ‘post coito’. Y si no que se lo digan a ellos: supervivientes de alunizaje por superpolla.
Lucía, 26 años Un chico francés, 31 años, inteligente, guapo, todo un portento vamos. Tras intercambiar apenas cinco mensajes por Tinder, quedé con él. Empezamos con un par de cañas en el chino de la esquina y acabamos en su ático descorchando una botella de vino de las caras. Lo noche pintaba muy bien. El problema fue cuando pasamos a sus aposentos.
Al meterle la mano en el pantalón se me quedó cara de póker. Así a ojo no sabría decirte cuantos centímetros eran pero cogiéndola con las dos manos aún me faltaba pene por abarcar. Aún así, fui optimista y me la metí en la boca. Mi mandíbula empezó a sonar como una carraca de tanto que la forcé. Nos saltamos los preliminares y pasamos a la penetración. Nada. Más de lo mismo. Solo logre no sentir que estaba siendo perforada poniéndome yo arriba, pero a la mínima que intentaba introducírmela entera sentía que se me salía por la boca. Hubo tres citas más y en todas rocé el empalamiento.
Al final, con mucha pena porque la verdad que el chico era increíble, le dije que volvía al pueblo por vacaciones y nunca más volvió a saber de mi.
Victor, 25 años Estaba muy cachondo y no encontraba a nadie ni en Grindr ni en Tinder que me llamara la atención. Así que desempolvé el ordenador (nunca mejor dicho) y probé suerte en el chat de Chueca. Hablé con un chico que estaba cerca y me avisó que tenía el rabo grande, pero en el mundo gay todos te prometen una barra maciza familiar y luego te encuentras un bollo de leche de La Bella Easo.
Fui a su casa, no era tan guapo como me lo imaginaba pero me daba igual. Se baja los calzoncillos y me encontré con la Torre Agbar colgando entre sus piernas. Saca un condón del tamaño de las rosquillas de mi abuela mientras yo pensaba: “voy a parecer un kebab empalado”. No hubo lubricante que pudiera dilatarme tanto, fue imposible. Si quería comerme ese nabo iba a necesitar cuchillo y tenedor. Total que desistí y le dije que se hiciera una paja. ¿Qué iba a hacer si no?
Ana, 23 años Un tórrido verano de aburrimiento en Barcelona quedé con un colega para tomar algo y ese algo pasó a mayores. Aprovechando que mis padres estaban de vacaciones fuimos a mi casa. La cosa se puso interesante y nos apeteció follar. Yo le dije que tenía condones pero claro, al chico se le olvidó decirme que su polla era bastante grande y que igual la talla estándar no le servía. Y así fue. Sudor y lágrimas me costó colocarle el puto condón.
Una vez puesto, empezamos a follar hasta que se le empezó a poner literalmente morada. Mucho. Parecía una jodida morcilla. A mi me dio mazo asco y él se asustó de verdad. Se quitó el condón con mucho cuidado y cuando su miembro recuperó su color original le invité a que se fuera a descansar a su casa. Todavía recuerdo el pantone de su polla a punto de explotar.
Raúl, 27 años Historias con superpollones tengo unas cuantas. Soy muy promiscuo, qué le vamos a hacer. La más reciente que me he metido ‘pal body’ es la de mi amante oficial. La tiene demasiado grande y hay que ir con cuidado porque a veces hasta me dan calambres y es un poco doloroso.
Yo lo que hago para poderla disfrutar es pedirle que me la meta de a poquitos, que se aclimate dentro de mi y luego ya “a tope con la cope”. En realidad es como un parto. Primero contracciones y luego ya el resto va solo empujando.
Mireia, 28 años El pene más grande de mi vida fue mi primer chico. Era el primero que veía así que supuse que eso era un tamaño estándar. Yo estaba muy verde en el tema del sexo y como me decían que la primera vez duele pues lo asumí. Los encuentros fueron pasando y aunque gozaba mucho, a la mínima que echábamos un polvo o dos intensos me dejaba en coma vaginal. Lo peor fue cuando se intentó por detrás. Fue meter la punta y abortar misión.
Después de dejarlo y conocer a otros chicos, fue cuando realmente fui consciente del pedazo bicho que me había estado metiendo entre las piernas. La mayoría de las que vinieron después me parecían pequeñas aunque la verdad que con algunos tuve muy mala suerte
Abre las alas y siente la brisa. | |
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LyK_ maestr@
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| Tema: Re: 5 personas nos cuentan su experiencia cercana al empalamiento por ‘superpene’ Mar 17 Oct - 20:29 | |
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