Todos hemos conocido a personas de las que decimos que “siempre vive en el pasado”, o “siempre está pensando en el mañana”, o “vive siempre al día sin saber lo que hará después”.
Todo este tipo de actitudes están determinadas por el modo en que cada uno de nosotros se representa el tiempo internamente -pasado, presente y futuro- y a algunas personas esta representación les produce limitaciones llegando inclusive a ser imposible de solucionar una situación hasta que esta representación cambia.
Hay personas que hablan de dejar atrás el pasado y eso es lo que hacen, no pueden verlo. Otras hablan de un futuro borroso y así es exactamente como ellos ven su futuro. Es posible incluso que no sean capaces de ver su futuro en absoluto.
El tiempo es un elemento básico en la organización de nuestra experiencia..
Voy a presentar un sencillo ejercicio que nos va a mostrar como cada uno de nosotros se representa internamente el tiempo. Con este ejercicio simplemente vamos a ser conscientes de esa representación interna, pero no voy a dar ninguna indicación para cambiar esas representaciones, ya que eso se debe hacer bajo la dirección de alguien competente que acompañe a la persona y la guíe en esos cambios, pues de otro modo éstos pueden ser contraproducentes y su impacto negativo.
Primero elegimos un comportamiento sencillo, como lavarse las manos por ejemplo. Debe ser un acto que hayamos hecho en el pasado, hagamos en el presente y continuemos haciendo en el futuro.
Ahora evoca un momento del pasado, hace cinco años en el que te lavabas las manos……………ahora quiero que pienses en que te lavabas las manos hace una semana……….imagina que te estás lavando las manos ahora…………imagina que te estás lavando las manos dentro de una semana…………..e imagina que te estás lavando las manos dentro de cinco años. Siempre se debe mantener el mismo contenido en la escena que se imagina, sólo cambia el momento en el que se realiza.
Me gustaría que tuvieras la sensación de estar representándote todas estas experiencias al mismo tiempo, para que puedas notar qué diferencias observas en ellas, es decir, ¿qué te permite saber que una sucede en el pasado y otra en el futuro?.
Siempre vamos a percibir diferencias en esta representación mental del tiempo. Es posible que el pasado o futuro se nos represente con menos luz o más borroso, de menor tamaño, volumen o enfoque, etc.. Incluso el pasado/futuro reciente se puede representar de un modo distinto al pasado/futuro lejano.
También una cosa muy importante que debemos tener en cuenta es el punto donde ubicamos estos momentos. Al cerrar los ojos e imaginar la escena, ésta se ubicará en un punto determinado que podremos delimitar. Para la mayoría de la gente el pasado se suele colocar a la izquierda y el futuro a la derecha. En general todo lo que está muy destacado frente a ti, porque es grande, brillante y con colores, será más apremiante y le prestarás mayor atención.
Con este sencillo ejercicio vamos a ser conscientes de esa representación interna que cada uno hacemos de las experiencias de nuestra vida, de lo cual se puede deducir por ejemplo que si no somos capaces de visualizar nuestro futuro lejano tendremos problemas para planear negocios a largo plazo, o si vivimos enfocados en el presente no aprovechamos los aprendizajes del pasado, o por el contrario si vivimos centrados en el futuro nos descuidamos del ahora. Son muchas las lecturas que se pueden extraer de ello, y es conveniente saber que esa representación interna se puede cambiar para lograr una evolución y mejora en muchos aspectos, pero que no se deben tomar a la ligera esos cambios y se deben hacer con una guía apropiada, puesto que si se hacen equivocadamente pueden tener efectos no deseados en nuestra vida.