1. "Rabia de Vida" / Julia Santibáñez
Quiero que te deslices
como un pez sobre mi cuerpo,
escurridizo entres en mí
y me hagas dentro un mar.
2. “Lucía Martínez” / Federico García Lorca
Lucía Martínez.
Umbría de seda roja.
Tus muslos como la tarde
van de la luz a la sombra.
Los azabaches recónditos
oscurecen tus magnolias.
Aquí estoy, Lucía Martínez.
Vengo a consumir tu boca
y arrastrarte del cabello
en madrugada de conchas.
Porque quiero, y porque puedo.
Umbría de seda roja.
3. “Oración” / Juan Gelman
Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar…
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
Quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.
4. “Pienso en tu sexo” / César Vallejo
Pienso en tu sexo.
Simplificado el corazón, pienso en tu sexo,
ante el hijar maduro del día.
Palpo el botón de dicha, está en sazón.
Y muere un sentimiento antiguo
degenerado en seso.
Pienso en tu sexo, surco más prolífico
y armonioso que el vientre de la Sombra,
aunque la Muerte concibe y pare
de Dios mismo.
Oh Conciencia,
pienso, sí, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede.
Oh, escándalo de miel de los crepúsculos.
Oh estruendo mudo.
¡Odumodneurtse!
5. “Amantes” / Alejandra Pizarnik
Una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío.
6. “Cuerpo de mujer” / Pablo Neruda
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.
Fui sólo como un túnel. De mí huían los pájaros,
y en mí la noche entraba en su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en
mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡ Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue y el dolor infinito.
7. Relámpago / Tilsa Otta
Como todo da vueltas
Puedo hablar siempre de mí
Y sabes que estaré hablando de ti
Siempre
Todos somos el centro del mundo
Créeme
Donde comienzas tú
Termino yo.
8. “Ábrete sexo” /Ana Istarú
Ábrete sexo
como una flor que accede,
descorre las aldabas de tu ermita,
deja escapar
al nadador transido,
desiste, no retengas
sus frágiles cabriolas,
ábrete con arrojo,
como un balcón que emerge
y ostenta sobre el aire sus geranios.
Desenfunda,
oh poza de penumbra, tu misterio.
No detengas su viaje al navegante.
No importa que su adiós
te hiera como cierzo,
como rayo de hielo que en la pelvis
aloja sus astillas.
Ábrete sexo,
hazte cascada,
olvida tu tristeza.
Deja partir al niño
que vive en tu entresueño.
Abre gallardamente
tus cálidas compuertas
a este copo de mieles,
a este animal que tiembla
como un jirón de viento,
a este fruto rugoso
que va a hundirse en la luz con arrebato,
a buscar como un ciervo con los ojos cerrados
los pezones del aire, los dos senos del día.
9. “El poema de los muslos” / Jaime Sabines
Dulces muslos deseados,
íntima piel suave,
mujer en muslos dulces,
¿dónde estás? ¿qué ha quedado
de ti? Para mi boca
el aire calcinado.
Muslos de amor,
amantes, apretados,
tiernos, desnudos, sellados.
Esbeltos de mis ojos,
maduros de mis labios,
crecidos de mi lengua
espiritual, en vano.
Muslos de mi cuello derrotado,
lugar de mis mejillas en descanso,
sitio de mis dientes morados,
venero de salivas,
última cosa de mis manos,
encierro de palomas, trago
de sangre, vértigo usado,
cuchilla de mi corazón guillotinado.
Muslos redondos, llenos,
muslos de mi mujer y mi costado,
y de aire raro.
De menta de espanto.
De olor derretido
y quemado…
10. "Mía" / Rubén Dario
Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?
Mía: luz del día;
Mía: rosas, llamas.
¡Qué aroma derramas
En el alma mía
Si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!
Tu sexo fundiste
Con mi sexo fuerte,
Fundiendo dos bronces.
Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
Mía hasta la muerte?
11 "Canto a mí mismo" / Walt Whitman
A través de mí brotan voces prohibidas,
voces de sexos y lujuria,
voces veladas y yo aparto el velo
voces indecentes, clarificadas,
transfiguradas por mí.
Cubro mis labios con la mano,
Me conservo tan puro en las entrañas
como en la cabeza y el corazón,
La cópula no es para mí más vergonzosa que la muerte.
Yo creo en la carne y en los apetitos,
Ver, oír, tocar, son milagros,
y cada parte de mí es un milagro.
12. "En la ardentía del placer" / Juan Ramón Jiménez
En la ardentía del placer me has desnudado
todo: tus senos tibios, dulces como la muerte,
tus brazos imprevistos con sus hierbas de luto,
la misteriosa pesadilla de tu vientre…
El placer ha sentido todo, bajo sus manos,
bajo sus labios, bajo sus fantasías, entre
la locura sin nombre de todos los ardores
un fuego de colores en un fuego de fiebres.
Luego, un pudor que torna de tu inocencia antigua
te hace, si te sonrío, rojecer levemente
y te arreglas tus faldas y te guardas tus pechos confusa, con un aire dulce y adolescente.
Eres lo que piensas. Vives como eres.