El deseo sexual es el anhelo del contacto con el cuerpo de otra persona y por el placer que produce ese acto; la actividad sexual es la que tiende a satisfacer tal necesidad, afirma el filósofo Alan Goldman. Pero, ¿cómo reconocer las diferencias entre hacer el amor y tener sexo?
Por supuesto, hacer el amor necesariamente implica mantener relaciones sexuales, sin embargo, tener sexo, por más bueno que sea, no es forzosamente compartir un acto de amor, asegura Elliot D. Cohen, sicólogo y director ejecutivo de National Philosophical Counseling Association
Acto físico o de amor
Además de la diferencia más lógica que es la existencia o no del amor, te presentamos otras que ponen una línea divisora entre hacer el amor y tener sexo.
1. Estimulación. Puesto que el sexo es un deseo de contacto con otro cuerpo, es una actividad “mecánica”: frotar, tocar, acariciar, son solo parte de una estimulación física, indica el sicólogo Elliot D. Cohen, no buscan llegar a las emociones profundas como cuando se hace el amor.
2. Implicación espiritual. Hacer el amor es algo espiritual y el sexo es físico, si se unen los dos en el primer aspecto se puede llegar a formar una pareja, el problema es que esto se puede confundir porque en el fondo siempre se desea compartir todo, afirma la sicóloga Susana Sáenz.
3. Lenguaje. El lenguaje del amor implica pensamientos y percepciones que unen los cuerpos y la mente, por lo mismo se usan frases como “dos corazones que laten como uno mismo”, contrario que en el sexo donde solo busca excitar y se usan comentarios más individuales o poco cariñosos.
4. Complacer. Cuando se tiene sexo lo que se busca es la autogratificación, el cumplimiento de un deseo egoísta, por lo mismo no importa si la otra persona está satisfecha, tuvo orgasmos o es feliz, mientras que al hacer el amor lo más importante es lograr todo eso en el otro o que sea mutuo.
5. Complicidad. A diferencia del sexo, hacer el amor disuelve el abismo entre “tú” y “yo”, aunque no se sea pareja, con este acto se comparten el alma, esperanzas, sueños y expectativas, pero sobre todo se renuncia por un instante a la separación que existe en la vida.
6. Tiempo. De manera regular, cuando se quiere sexo cualquier momento o circunstancia es buena para llevarlo a cabo, lo que se desea es el placer, el orgasmo. Hacer el amor implica pasar todo el tiempo que sea posible juntos, porque es un acto de sensualidad más que de sexualidad.
7. Compartir. Cuando se termina de hacer el amor se comparte la noche juntos en la cama, caricias y pensamientos románticos que hagan más especial el momento, pero cuando solo se tiene sexo es sencillo que cada quien tome su camino o si permanecen juntos que únicamente duerman.
Ninguno de los dos actos es mejor o peor, depende de lo que deseas y los sentimientos que tienes por la persona. La ventaja de estar enamorados es que pueden olvidar las diferencias entre hacer el amor y tener sexo, y elegir el que más placer les brinde para el momento que se encuentren.