Muchas veces sentimos que no podemos más. Levantarnos de la cama resulta toda una proeza, y cuando estamos tristes, desmotivadas y con las vibraciones energéticas por el suelo, necesitamos un empujón que nos haga reaccionar. Pero tocar fondo no es tan malo como parece; cuando nuestros pies chocan con el piso, impulsarnos es algo irremediable: subir y salir a flote es nuestro siguiente paso. No es un proceso fácil, desintoxicarnos emocionalmente no se logra de un día para otro. Sin embargo, podemos obtener resultados estupendos si seguimos estos cuatro pasos para desintoxicarnos emocionalmente.
1. Reconozcamos nuestros problemas.
Aprender a reconocer nuestros problemas es una habilidad que debemos trabajar para lograr identificar lo que realmente es nocivo en nuestras vidas. La mejor forma de resolver cualquier dificultad es conociendo cuál es. Si escuchamos nuestro interior, podremos identificar lo que sentimos hacia ciertas situaciones. Cuando reconocemos aquello que nos incomoda, sabremos qué hacer para solucionar nuestros problemas y todo comenzará a fluir.
2. Dejemos ir aquello que nos perturba.
Una vez que hayas reconocido el problema real, debemos soltarlo. La mala costumbre de apegarnos a todo quizá nos dificulta este paso, pero para eliminar aquellas emociones y situaciones tóxicas hay que aprender a dejarlas ir. Todo lo que ya no cumple una función en nuestra vida y que resulta dañino para nosotras, debe ser apartado. Si observamos con detenimiento, podremos reconocer eso que tanto nos molesta, y podremos abrirnos a un mundo de posibilidades.
3. Perdonemos.
Aunque perdonar no es fácil, debemos aprender a hacerlo. Es un acto consciente sumamente liberador que requiere de mucho valor. Cuando lo hacemos desde nuestro interior, nos quitamos una gran carga emocional y podemos disfrutar la vida de manera plena. No se hace en un día, es un proceso que lleva tiempo pero una vez que se logra, nos sentiremos ligeras, tan ligeras como plumas.
4. Atraigamos lo positivo.
Para atraer aquello positivo debemos reconocer qué es importante, cómo queremos sentirnos y cuáles son los valores más significativos con los que deseamos vivir. Los valores son nuestro “GPS” interno, ellos nos guiarán para tomar las decisiones correctas.
Cuando nos desintoxicamos emocionalmente, atravesamos un túnel oscuro con una salida muy iluminada. Aprender a sacar aquello que ya no necesitamos, es importante. Inevitablemente sentiremos emociones desagradables, pero valdrá la pena la recompensa: un mundo maravilloso y una paz infinita.