ENCUENTRA TU PROPIA VOZ
Si eliges siguiendo tu propia inclinación, de acuerdo con tu propia intuición...[la voz interior]es muy fuerte en los niños, pero, poco a poco se vuelve más débil. Las voces de los padres y los profesores, de la sociedad y del cura, se vuelven más y más fuertes. Ahora,si quieres averiguar por tu voz, tendrás que pasar por una multitud de voces.
Simplemente mira hacia dentro.¿A quién pertenece esta voz?. a veces es la de tu padre, a veces es la de tu madre, a veces es la de tu abuelo, a veces es la de tu profesor, y todas esas voces son diferentes. Solo hay una cosa que no serás capaz de encontrar fácilmente: tu propia voz. Siempre ha sido suprimida. Se te ha dicho que escuches a tus mayores, que escuches al cura, que escuches a los profesores. Nunca se te ha pedido que escuches a tu propio corazón.
Tú llevas contigo una pequeña y apacible voz propia, que no ha sido escuchada y que , en medio de la multitud de voces que te han sido impuestas, es casi imposible de encontrar. Primero tendrás que liberarte de todos esos ruidos y lograr una cierta cualidad de silencio, de paz, de serenidad. Solo entonces ella vendrá,y te sorprenderá (saber) que tú también tienes tu propia voz. Siempre ha estado ahí, como una corriente subterránea.
A menos que hayas encontrado tu inclinación natural, tu vida va a ser una tragedia muy, muy larga, desde que naces hasta que mueres. Las únicas personas que han sido felices en el mundo, son las personas que han vivido de acuerdo con su propia intuición y se han rebelado contra cualquier esfuerzo hecho por otros para imponer sus ideas. Por muy valiosas que puedan ser esas ideas, son inútiles porque no te pertenecen. La única idea significativa es la que surge de ti, la que crece en ti, la que florece en ti.
Primer paso:¿Quién está hablando, por favor?
Hagas lo que hagas, pienses o decidas, pregúntate a tí mismo:¿Eso viene de mí o está hablando alguien más?
Te sorprenderás cuando encuentres la voz real. Quizás es la de tu madre:la escucharás hablar otra vez. Quizás es la de tu padre:no será en absoluto difícil detectarlo. Sigue grabada en tí,exactamente como te fue dada la primera vez: el consejo, la orden, el mandamiento, la norma. Puede que encuentres mucha gente: los curas, los profesores, los amigos, los vecinos, los parientes.
No hace falta luchar.Al saber simplemente que esa no es tu voz si no la de alguien más - quien quiera que sea - sabrás que no la vas a escuchar. Sin importar las consecuencias, buenas o malas, ahora has decidido moverte por cuenta propia, has decidido madurar. Ya has sido bastante como un niño. Ya has dependido lo bastante . Ya has escuchado todas esas voces y las has seguido lo bastante. Y,¿a dónde te han llevado? A la confusión.
Segundo paso: Gracias...y adiós!
Una vez sabes de quién es la voz, agradece a la persona, pídele que te deje solo y dile adiós.
La persona que te transmitió esa voz no era tu enemigo. Sus intenciones no eran malas, pero no es un asunto de intenciones.El asunto es que él impuso algo en ti que no viene de tu fuente interior, y todo lo que viene de fuera te hace un esclavo psicológico.
Una vez hayas dicho con claridad a esa cierta voz:'déjame solo', tu conexión con ella, tu identificación con ella se rompe. Te podía controlar porque tú pensabas que era tu voz. Toda la estrategia estaba en la identidad. Ahora sabes que no son tus pensamientos, que no es tu voz; es algo fuera de tu naturaleza. Reconocerlo es suficiente. Libérate de las voces que hay en tu interior y pronto te sorprenderás al escuchar una voz tranquila, diminuta, que no has escuchado nunca antes...(tendrás)entonces un reconocimiento súbito de que esa es tu voz.
Siempre ha estado allí, pero es una voz muy tranquila y diminuta que nunca has escuchado antes, porque fue suprimida cuando eras un niño pequeñito, y la voz era muy pequeña, sólo un brote,y se cubrió con todo tipo de desperdicios. Y ahora continúas cargando todos esos desperdicios, olvidando la planta, que es tu vida, que está viva todavía, esperando que la descubras. Descubre tu voz y luego síguela sin miedo.
A donde sea que te lleve, esa es la meta de tu vida, ese es tu destino. Solo allí encontrarás plenitud, complacencia. Solamente allí florecerás, y en ese florecimiento se da el saber'.