Ojalá me rompan mil veces más el corazón

Dice el cliché que,

“Solo cuando te aprendas a querer a ti mismo podrás querer a otra persona”.
Y algo de razón tiene. Las relaciones sacan lo mejor y lo peor de ti. Con ellas puedes conocer tu versión más feliz, pero también tu yo más oscuro. El que hace y dice cosas que en los demás juzgaría. No solo se trata de descubrir que tenemos más de una cara, sino de aceptarlo y no sentirnos culpables por ello. Esa es una de las grandes lecciones que aprendemos al madurar.

No tenemos ningún estudio empírico que lo demuestre, pero el 99,9% de las rupturas conllevan dolor. Y con un poco de suerte, introspección. La dependencia suele ser la palabra clave que define muchas primeras relaciones. Te conviertes en una unidad doble, indisoluble, vas en pack. Para cuando el paquete se rompe, la lección para muchos está bastante clara: podré perder a mil parejas más, pero nunca me volveré a perderme a mí mismo, esté con quien esté.

Uno ya puede pensar que tras haber aprendido esta valiosísima lección, todo va a salir bien. Repite conmigo. ¡Todo va a salir bien! Si lo haces tres veces más, igual hasta se hace realidad.
Spoiler: la vida no funciona así. La vas a cagar hasta el infinito. Vamos a lanzar algunos conceptos al aire, a ver a quién le suenan:

– Sentirse inseguro y culpar a la pareja por ello.

– Poner los cuernos porque no te atreves a cortar una relación por miedo a la soledad.

– Perdonar cuernos porque no te atreves a cortar una relación por miedo a la soledad.

– Cortar, volver, cortar, volver… y así hasta que se llene un din-a4.

– Broncas, broncas y más broncas.

– Broncas, broncas y más broncas versión “no quiero que vuelvas a hablar con tus ex”.

– ¿Vas a salir con tus amigos y me vas a dejar aquí en casa?

– …

Todos hemos caído. Todos hemos perdonado, aguantado o hecho alguna de estas cosas. Y cada una de ellas han propiciado rupturas extremadamente dolorosas, de las que no sabemos ni lo que queremos. De las que no puedes discernir si estás triste porque echas de menos a la otra persona, o estás triste porque no sabes por qué narices no puedes hacer las cosas bien.
Por qué te equivocas sin parar. Por qué te sientes en una especie de bucle tóxico del que no sabes salir. Por qué no estás bien solo, pero tampoco con pareja.

Pues bien, todas las frases que acabas de leer se pueden resumir con una sola palabra: autoestima. Sabrás que algo ha cambiado en ti cuando, por ejemplo, una ruptura no se convierta en un puto drama. Da igual si dejas o te dejan, porque ya le has perdido el miedo a estar solo. Y te da igual si la otra persona se ha portado mal contigo, porque a los que no nos valoran no les queremos en nuestra vida.

Podemos decirlo en voz alta y no nos duele, porque rechazar ese tipo de comportamientos nos hace sentirnos fuertes, felices. Nos hace venirnos arriba. Decir que no sin sentirnos culpables, saber lo que queremos y lo que no, no conformarnos, no esperar que las cosas cambien, aceptar la situación de manera positiva. Cosas que antes pensábamos, pero que en realidad no llevábamos a la práctica.

Y es entonces cuando llegas a ese punto en el que cuando piensas en cómo has trabajado en ti mismo, en tu carácter, en lo mucho que te quieres a ti mismo, piensas… joder, pues si ahora soy así gracias a lo que he aprendido en cada una de mis rupturas, que vengan mil más para hacerme aún más fuerte.

http://www.codigonuevo.com/me-rompan-mil-veces-mas-corazon/

Puff es bunienimo Javi.

Para mi siguen siendo un puto drama, una hecatombe...

Como subir nuestra autoestima si ya desde pequeños la traemos muy maltrecha?
He probado varias cosas en ese sentido y he mejorado, pero no de manera constante ni que yo considere lo suficientemente consistente para perdurar de verdad y cambiar esas creencias internas de "no valgo". Quizas tenemos que asumir que será una "enfermedad crónica" y solo podemos paliar los síntomas?..

Saludos Lyck, no responsabilicemos a nuestro pasado…esto lo deberías de haber aprendido ya.

Como nos hace ver el post, el amor y el dolor van unidas y son indivisibles, pero siempre, en todos los ámbitos de la vida es así…por ejemplo cuando follas (sin eufemismos), dolor-placer, son parte del mismo acto y es y será inevitable…pero como en ese acto debemos de aprender a convertir el dolor en placer ¿cómo? Asumiendolo como dices, pero sobre todo dejándote llevar, sabiendo que tras uno vendrá el otro y llegará el momento en el que solo habrá placer.

Ahora bien, como dice otra frase, “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional” …por lo que, en cualquier situación en nuestra vida, y en las relaciones no ha de ser diferente, el punto de inflexión, el punto y final, ha de ser cuando ese dolor momentáneo, esporádico, se convierta en crónico, en recurrente, y ya no solo nos duela de vez en cuando, si no que se convierta en un sufrimiento constante.

No hay que confundir, por ende, el dolor con el sufrimiento. El amor duele, pero amando no se sufre.

Un abrazo

Si Javi, sé que el pasado es el que fue y solo nos queda asumirlo. Gracias a él y esas "taras" que se crearon, estoy hoy aqui. Tengo claro que si no hubiera sido por ellas, sería mas improbable que estuviera aqui, igual si mi vida hubiera sido mas facil solo viviría superficialmente, sin plantearme lo que hay detrás, lo que es verdad más alla de lo que ven los ojos..

Tambien sé que aquellos que nos criaron lo hucieron lo mejor q supieron segun el entendimiento que tenian en ese momento y tal como fueron criados ellos. Me lo repito con frecuencia para entender y perdonar, a ellos y a mi.

Sé que no es una idea positiva el sentir que hay algo "mal" en uno mismo que viene "de fabrica" (infancia...) y que no va a desaparecer, pero a lo largo del tiempo que ha pasado y las cosas que he probado, llegué a esa idea, que veo por tu respuesta que es correcta para ti, dado que lo primero seria aceptar eso que nos pasa. Pero como dices, no aceptarlo y deprimirnos por ello, sino luchar por superarlo, reducirlo a una voz pequeñita que aparezca mucho menos en nuestra vida, y si puede ser, casi nunca. Eso si, si se baja la guardia, vuelve a devorarte, por eso lo comparaba con una enfermedad cronica, que tras este parrafo se me parece a algun virus de estos que vive latente en una persona y sale de cuando en cuendo si esta controlado (y si esta descontrolado, te come..)

El punto de inflexion que comentas con el dolor en una relacion, supongo que lo puedo extrapolar al sentimiento de insatisfaccion, en el momento que los momentos de insatisfacion se repiten hasta apareces todos los días y martillearte sin parar..