Según la tradición budista, hay una flor que aparece y florece cada 3000 años anticipando la llegada de un salvador. Su nombre: Flor de Udumbara.
Udumbara significa en sánscrito (antigua lengua hindú): “Flor de buen augurio que viene del cielo”.
El budismo dice que el resurgimiento de esta flor es el anticipo de la llegada de un gran ser tal como el Buda Maitreya. El Buda que conocemos, Sakyamuni, profetizó la llegada de una misteriosa flor antes del próximo Buda. Blancas como la nieve, con un suave halo alrededor y sostenidas por un tallo tan fino como un hilo de seda, estas diminutas florecitas de unos 3 mm de largo crecen en los lugares más insólitos.
El misterio es que nadie sabe de dónde viene, se dice que viene del aire. Además brota en cualquier superficie: bronce, vidrio, fibra sintética, un marco de aluminio, otra flor, etc. Esta flor misteriosa que soporta sol, tormentas, granizos, dura como 40 días y no necesita tierra ni agua.
Algunos biólogos afirman que las supuestas flores en realidad son huevos de crisopa, un frágil insecto de color verde claro con alas transparentes y ojos dorados, cuyo hábitat está en bosques y jardines. Pero, en naciones donde imperan las creencias budistas, los devotos creen que han retornado estas legendarias flores.
FLOR QUE FLORECE CADA 3,000 AÑOS, PREGONA LA LLEGADA DE UN SER ILUMINADO?
El 25 de junio de 2009, el Sr. Li y sus amigos observaron más de 20 pequeñas flores blancas en las hojas de la toronja de camino a la colina de Saint Paul, cerca de Malaca. A primera vista, se parecían a las legendarias flores de Udumbara. Debido a las similitudes sorprendentes entre las flores de Udumbara y los huevos de crisopa, el Sr. Li llevó las flores a casa de un amigo, donde las observaron en un microscopio. Tomaron fotos de las flores con la ayuda del microscopio; los pétalos y pistilos eran muy visibles.
Una semana después, el Sr. Li regresó al mismo lugar y encontró algunos granos blancos similares a los que había encontrado antes. Una vez más, tomó fotos de los objetos minúsculos con la ayuda del microscopio. Esta vez, cualquiera que fuera el ángulo de las fotos, no salieron ni pétalos ni pistilos. Todo lo que se veía, eran granos en forma elíptica del mismo tamaño que los huevos de crisopa.
Con el tiempo, el Sr. Li observó que las flores conservaban su color blanco puro, pero los huevos de crisopa viraron poco a poco a negro y no cambiaron su forma elíptica.
Hallazgos de estas fabulosas flores
La primera se encontró en Corea en 1997. Más tarde apareció en China, Taiwán, Corea, Malasia, Singapur, Australia y América. Se comprobó que crecen sobre otras plantas, encima del metal, y de estatuas de Buda.
En junio de 2007, una profesora de una guardería infantil de la provincia de Shandong, China, descubrió con asombro una treintena de estas flores encima de unos claveles de la guardería. Las florecillas estaban reunidas en los pétalos, las hojas y los capullos de los claveles, lugares donde reciben la luz del sol.
Los textos budistas describen flores en los reinos no-humanos, como el Kalpadruma, el árbol de los deseos de los dioses, cuyas raíces se hunden en el nivel de los asura, rango más bajo de deidades, y su tronco se eleva hasta los reinos celestiales para que los dioses puedan disfrutar sus frutos.
Hannyatara dijo: “Se abre una flor y el mundo se levanta.”
De acuerdo al volumen 8 de las escrituras Fonética de Huilin e Interpretación: “La flor de Udumbara es el producto de fenómenos propicios y sobrenaturales; es una flor celestial que no existe en el mundo ordinario. Si un Tathagata o el Rey de la Rueda Dorada aparece en el mundo humano, esta flor se debe a su gran virtud y sus beneficios.”
Se cree que la aparición de estas flores produce armonía y buena suerte a la Humanidad.
¿Será verdad la leyenda de esta flor legendaria y por fin sea el momento favorable para que mejore este mundo nuestro?
Alguien dijo alguna vez “Desplegando sus pétalos, la flor abre su corazón para escuchar el viento, para recibir el aire y la luz, para jugar con la mariposa, para darse al mundo. Es el momento favorable.”
En cualquier caso, sea cierta o no la llegada de esta flor, siempre es aconsejable pensar que el momento presente es el único que existe y por tanto el único en que cada uno de nosotros puede poner su granito de arena para la Humanidad comience a despertarse…
Extracto de nota de la revista “2013 y Más Allá” |