Mindfulness para un hogar con consciencia

CO-CREADOR@ Desde : 09/01/2009 He aportado : 24878

Sacar lo superfluo de tu casa es el primer paso hacia una vida minimalista. Sin embargo, cuando únicamente te queda lo que realmente utilizas, es fácil que toda la casa de repente se parece aun campo de guerra. Si tienes muchas cosas muy bien organizadas los focos de desorden se pueden disimular. Si sólo te queda el desorden, tendrás que trabajar en tu habito de no dejar huella.

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Cada cosa tiene su lugar. Si alguien te llama durante las vacaciones para preguntar “dónde están tus tijeras” le podrías responder con el lugar exacto.

Te dedicas al mono-tasking. A diferencia del multitasking, donde te empeñas (sin demasiado éxito – según la ciencia) en hacer todo a la vez, hoy decides concentrate en una sola tarea.

A nivel práctico esto significa que guardas las cosas que acabas de utilizar y dejas todo en orden antes de pasar a la próxima tarea. Los resultados son tremendos: consigues una casa mucho más ligera y ordenada y además te ahorras el terror del fin de semana de tener que pasarte tres horas de organización general.

¿Necesitas algunos ejemplos? Recuerda que esto es lo que funciona para mi: puedes inspirarte y después crear tus propias rutinas.

Limpiar la mesa después de comer.
Eso incluye dejar las cosas en el lavavajillas y pasar un trapo por la mesa del comedor y por las superficies de la cocina. Estos cinco minutos me regalan una mañana mucho más relajada.

Guardar la ropa después de cambiarme.
En vez de dejarlo todo amontonado sobre la silla (o la cama), lo guardo todo en el armario o lo dejo directamente en la cesta de la ropa por lavar.

Vaciar la pantalla de inicio y la carpeta de descarga del ordenador antes de apagarlo / cerrarlo.
El escritorio del ordenador suele estar lleno de documentos en los que trabajo en este momento, pantallazos para compartir y fotos pendientes de subir a internet. Moverlos directamente a su carpeta (aunque sea la carpeta “pendientes”) me permite hacer una última revisión y empezar el día siguiente con más ganas.

Recoger los accesorios para las creatividades.
Cualquier tipo de manualidades requiere un montón de utensilios: desde papel colorido hasta tijeras, adhesivos, cola y lápices de colores. Ahora tengo una caja donde cabe todo y que permite guardarlo todo antes de poner la mesa para comer.

El efecto inmediato de este hábito es un hogar más organizado que no acumula el caos. Además hay otra ventaja: parece que tu cerebro se va organizando junto con tu casa. Al guardar las cosas decides lo que es importante. Al hacer una pausa entre dos actividades (para reorganizar las cosas que ahora ya no necesitas) te permites analizar lo que acabas de hacer. Este cierre mental te ayudará vivir en el presente y de escoger de forma consciente la siguiente actividad.

Esta consciencia, esta decisión deliberada acerca de lo que vas a hacer ahora es la real ventaja de este pequeño hábito. Te permite respirar y reconocer: hoy, vivo.