Los elementos se tenían en alta estima, porque se consideraba que realizaban el trabajo de la naturaleza, combinándose y recombinándose para crear los distintos tipos de materia existente sobre la tierra. Se los concebía como fuerzas o agentes que se hallaban en el corazón mismo de la materia, más que como sustancias que fueran detectables.
Los cuatro elementos básicos de la naturaleza son tierra, agua, fuego y aire. Cada uno de ellos contiene seres elementales que constituyen sus esencias espirituales. El quinto elemento, el éter, une a todos los demás dentro del espacio.
De acuerdo con los antiguos Vedas, los chacras son las herramientas de los elementos. Cada uno de los cinco chacras situados a lo largo de la columna está asociado con un elemento específico que crea el entorno interno y, dicho entorno cambia en función de la energía del elemento que se está irradiando.
Los elementos construyen las formas de los cuerpos físicos y sutiles. Existen en todos los niveles (o planos) y posibilitan el funcionamiento de los cuerpos. Cualquier enfermedad produce distorsiones o altera los elementos corporales. Si uno de ellos está débil, el elemento desvitalizado producirá una disfunción en el cuerpo, allí donde tenga su esfera de influencia.
Las esencias elementales tienen como fin principal restaurar la salud de los elementos corporales y fortalecer su receptividad a las energías de vida, o prana, en el chacra o centro correspondiente.
AguaLa esencia elemental agua opera al nivel del segundo chacra, el sacro, y alimenta el amor a la familia, a los amigos y al propio grupo. Fomenta la empatía, la sensibilidad y la ternura, así como la capacidad de crear relaciones emocionales armoniosas.
El elemento agua, y por tanto su esencia, fortalece la receptividad de la fuerza de vida en el centro sacro a través de la apertura, la comprensión, la adaptabilidad y la imaginación. Ayuda a relajarse y a tener una personalidad pacífica y magnética.
TierraLa esencia elemental tierra opera a nivel del primer chacra o del llamado centro básico, y encarna la voluntad de ser uno mismo. Representa la estabilidad, la seguridad, el equilibrio y la capacidad de manifestar energéticamente nuestro poder. El elemento tierra, y por tanto su esencia, fortalece la receptividad de la fuerza de vida en el centro básico por medio de la concentración, la paciencia, la perseverancia y la disciplina.
Nos ayuda a asentar las ideas de una manera calmada y fiable, y nos acerca al espíritu práctico y a la abundancia material.
AireLa esencia elemento aire opera al nivel del cuarto chacra, el corazón, así como del quinto chacra o centro garganta. Potencia la intuición y la expresión del amor incondicional, la simpatía, la independencia emocional y el refinamiento personal.
El elemento aire, y por tanto su esencia, fortalece la receptividad de la fuerza de la vida en el centro de corazón a través de la sensibilidad y la objetividad que llevan a agudizar la comprensión y el discernimiento. Además, ayuda a desarrollar la destreza y las capacidades empresariales al favorecer la intuición de soluciones prácticas.
FuegoLa esencia elemental fuego opera al nivel del tercer chacra o plexo solar y estimula la aspiración a los ideales del alma a través de la confianza en uno mismo, el entusiasmo, el optimismo, la pasión y el deseo de ayudar a otros.
El elemento fuego, y por tanto la esencia, fortalece la receptividad de la fuerza de vida en el plexo solar a través de la cognición y de la alerta mental que genera confianza en uno mismo, valentía y capacidad de liderazgo. Así se incrementa la vitalidad en todas las áreas de la vida y la capacidad de liderazgo. Así se incrementa la vitalidad en todas las áreas de la vida y la capacidad de actuar de manera directa.
ÉterLa esencia elemental éter opera a nivel del quinto chacra -la garganta-, del sexto -chacra ajna- y del séptimo -chacra coronario-. Es la fuerza de vida quintaesencial y guarda relación con la expresión de la conciencia.
El elemento éter, y por tanto su esencia, fortalece la receptividad de la fuerza de vida en el centro garganta. Desarrolla la intuición, la flexibilidad mental, la inteligencia creativa y el correcto discurso, y se manifiesta como amor espiritual y capacidad de síntesis. La esencia del elemento éter es la quintaesencia, el quinto elemento, la madre y la creadora de los cuatro elementos. Todos los demás elementos surgen del quinto reino etérico espiritual.