De una manera u otra, todas las culturas antiguas cuentan esta misma historia.
Al principio no existía el Universo. No existía el tiempo ni la materia. Existía lo que se conoce como el AMOR INFINITO. Todos los espíritus estaban conectados entre si formando uno solo. Cada espíritu tenía su propia conciencia individual y el hecho de estar conectados, les concedía la habilidad de tener posibilidades infinitas.
En muchas culturas y religiones se le conoce al AMOR INFINITO como “Dios”, “el Todo” y “La Energía Universal” entre otros.
Los espíritus en el AMOR INFINITO existen en forma de energía. Un grupo de estos espíritus decidió experimentar la materia. Querían experimentar el estar separados unos de otros. Esto lo lograron creando un universo material en el cual encarnarían en seres individuales formados por materia. Para sostener el Universo, el Infinito creó una energía que se conoce como la Matriz, la cual es contraria a lo que representa la energía espiritual.
Si la energía espiritual es energía positiva de amor, entonces la energía de la Matriz representa la negatividad. El Infinito creó la Matriz con conciencia propia y le dio instrucciones para que determinara como iba a ser el universo material donde los espíritus iban a encarnar. La Matriz forjó el Universo de una forma contraria a lo que representan los espíritus. El AMOR INFINITO es la unión espiritual que forma uno solo.
La Matriz creo el universo material a base de diferencias y separación. Forjó polos opuestos, como por ejemplo, lo femenino y masculino, la luz y la oscuridad entre otras cosas. La Matriz fue quien determinó que los seres vivos vivirían en planetas aislados. EL AMOR INFINITO permitió todo esto ya quería experimentar la materia hasta los niveles extremos de negatividad y separación.
Los espíritus que se desconectaron del Infinito entraron en el Universo sin recordar quienes eran antes de llegar allí.
A la Matriz se le dio instrucciones de que hiciera todo lo posible para que los espíritus no reconocieran que son Uno y no volvieran al Infinito. Este es el fundamento básico de lo que se llama “El Juego Espiritual Universal”. Cuando los espíritus que están dentro del Universo reconozcan que son Uno entonces volverán al Infinito. Las experiencias que vivimos en el mundo material son parte de un juego.
Para llegar al Infinito, los espíritus deben evolucionar espiritualmente mediante el amor incondicional. Mientras más amor y aceptación exista entre los seres vivos sin importar las diferencias, entonces más se evoluciona espiritualmente. Los espíritus deben reencarnar en distintos cuerpos para de esa forma experimentar diversas vivencias que conlleven a un mayor amor incondicional.
Usted elige, siempre lo hace; aunque la mayoria de las veces no sea consciente de ello.