Técnicas, colores e imágenes para que lo haga usted mismo.
Conozca su simbolismo y el de las formas y colores que puede utilizar si desea realizarlos, así como la manera de usarlos como objeto de contemplación.
Originarios de la India, los mandalas son círculos “mágicos” con efectos relajantes que actúan armonizando nuestro mundo interior con el exterior.
Los mandalas constituyen una imagen arquetípica. Así el círculo como motivo aparece muy temprano en la historia. Pensemos por un momento en nuestro origen: crecemos de un diminuto huevo redondo dentro del vientre de nuestra madre para, luego, nacer en un planeta, también circular que, a su vez, se traslada en órbita alrededor de un sol, con la misma forma perfecta.
Los mandalas, por tanto, están inspirados en la naturaleza, de la que reproducen sus simetrías y colores, en una estructura circular, su patrón básico. Una imagen no casual, ya que el círculo es la forma geométrica más perfecta, usada para ilustrar la totalidad y la verdad.
Desde el punto de vista espiritual, el mandala es un “centro místico”, un eje de energía, equilibrio y purificación, un espacio sagrado que nos ayuda a transformar la propia mente y nuestra relación con el entorno. Contemplarlos o dibujarlos nos conecta con nuestro verdadero yo. Lo guiamos para conseguirlo.
MANDALAS Y PSICOLOGÍA PROFUNDACarl Gustav Jung, el famoso psicólogo suizo, fue quien que dio a conocer el uso terapéutico de los mandalas en Occidente. Originarios de la India, los mandalas se habían propagado a las culturas orientales, y también se hallaban presentes en las antiguas culturas de América y Australia.
Es decir, la imagen del mandala es un modelo de algo perfecto que mora en nuestro espíritu, de ahí que haya sido representado desde el principio de los tiempos en todas las culturas. Según Jung, los mandalas representan todo nuestro ser y constituyen uno de los arquetipos de lo que él llamó “inconsciente colectivo”: imágenes y símbolos universales heredados genéticamente.
Así, dibujamos mandalas del mismo modo que soñamos con determinados símbolos comunes. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente, lo que lo llevó a idear su teoría sobre la estructura de la psique humana.
MEDITAR CON MANDALASLa meditación con mandalas es sencilla, de lo que se trata es de observar sus triángulos, círculos, cuadrados y líneas de intersección, que se consideran poderosos puntos de energía.
Asimismo, dibujarlos, pintarlos o realizarlos con otros materiales, como hacen los monjes budistas, produce los mismos efectos curativos.
Contemplar o dibujar, dos opciones válidas● Contemplar un mandala: Sólo debe sentarse en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica profunda, y observar un mandala de su elección. Se sentirá relajado y más alerta ante los hechos que suceden a su alrededor.El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.
● Dibujar un mandala: También, puede dibujar mandalas y colorearlos. Lo ideal es comenzar pintándolos. Éste es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin importar su edad o religión. Constituye una práctica sencilla, no hay que forzarse, sino dejarse llevar por la intuición, tanto a la hora de elegir los colores, como al realizar los dibujos y las formas. Elija un modelo que lo inspire, seleccione los materiales (lápices de colores, marcadores, acuarelas), y luego instálese en un sitio tranquilo. Puede poner música si lo desea. Hay muchas técnicas para realizarlos, todo depende de su estado de ánimo y de lo que el mandala le transmita. Si cree que necesitará ayuda para exteriorizar sus emociones, puede colorearlos de adentro hacia fuera; si por el contrario, quiere concentrarse en la búsqueda de su centro psíquico y espiritual, píntelos de afuera hacia adentro.
LAS FORMAS Y SUS SIGNIFICADOSLos mandalas no son simples dibujos. Todos los elementos que los integran tienen su significado. Conózcalo.
■ Círculo: Movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
■ Corazón: Sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
■ Cruz: Conexión de lo terreno y lo celeste.Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
■ Cuadrado: Procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
■ Estrella: Símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
■ Espiral: Vitalidad. Energías curativas. Búsqueda de la totalidad.
■ Hexágono: Unión de los contrarios u opuestos.
■ Laberinto: Búsqueda del centro.
■ Mariposa: Renovación del alma. Transformación y muerte.
■ Pentágono: El cuerpo humano. Los elementos naturales.
■ Rectángulo: Estabilidad. Capacidad intelectual. La vida terrena.
■ Triángulo: Agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); autoagresión (hacia el centro).
¿CÓMO ELEGIR LOS COLORES?El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial.
■ Blanco: Pureza, iluminación, perfección.
■ Negro: Muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
■ Gris: Sabiduría, renovación.
■ Rojo: Masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
■ Azul: Tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
■ Amarillo: Sol, luz, jovialidad, receptividad.
■ Naranja: Energía, ambición, ternura.
■ Rosa: Femeneidad, infancia, dulzura, altruismo.
■ Morado: Amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
■ Verde: Naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
■ Violeta: Música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
■ Oro: Sabiduría, lucidez, vitalidad.
■ Plata: Capacidades extrasensoriales, emoción, bienestar.
MANDALAS Y CULTURASComo dijimos, los mandalas han estado presentes a lo largo de toda la historia de la Humanidad. En China, por ejemplo, la famosa forma del Yin-Yang, es un mandala, que representa la dualidad del universo, así como el principio femenino y masculino.
También se encontraron laberintos mandálicos en las pirámides egipcias, utilizados para la contemplación y la meditación.
Asimismo, los hallamos en Europa, tanto en los laberintos de las culturas antiguas, como en los suelos de catedrales e iglesias. Su significado aludía al viaje espiritual y al encuentro del propio yo.
También los rosetones de las catedrales góticas nos muestran formas mandálicas. Muy famosos son los mandalas de los monjes budistas del Tíbet. La construcción y posterior destrucción de los mandalas de arena es una antigua tradición, consiste en crear un mandala con granos de arena coloreados para luego santificarlo y destruirlo con un sentido ritual.
Según ellos, la destrucción de las bellísimas imágenes que han realizado los ayuda a practicar el desapego y a “no codiciar el resultado de sus actos”.
- Citación :
- MANDALAS QUE CURAN
Hacer sus propios mandalas repercutirá positivamente en su salud.
Entre otras cosas, lo ayudará a:
■ Lograr una meditación activa.
■ Contactarse con su esencia interior.
■ Relacionarse mejor con el entorno.
■ Expandir su conciencia.
■ Desarrollar calma interior y paciencia.
■ Despertar los sentidos.
■ Aumentar la intuición.
■ Aceptarse y quererse más a sí mismo.
■ Mejorar síntomas psíquicos y físicos.