En general, cuando compramos prendas íntimas nos fijamos en detalles como el corte, el color o incluso la marca. Sin embarco, elegirlas mal puede llegar a afectar nuestra salud.
¿Qué analizamos antes de comprar una prenda íntima? Las respuestas pueden ser de lo más variadas. Sin embargo, rara vez tenemos en cuenta nuestra salud al momento de adquirir un nuevo corpiño o calzoncillo. A continuación, te ofrecemos algunos datos que te pondrán a pensar acerca de lo que estás usando debajo de la ropa:
Un dato desagradable
Hay una décima parte de un gramo de materia fecal en la ropa interior de la mayoría de la gente. Si el saber esto no hace que te la cambies todos los días, nada lo hará.
Las tangas….
…no son necesariamente malas. Sin embargo muchas están hechas de materiales sintéticos como el encaje o el satén, que no permiten que la zona que "cubren" se ventile. Además, su delgada forma no protege correctamente las partes íntimas, lo que puede traducirse en exceso de bacterias e infecciones.
Soñada libertad
Una buena idea es irse a la cama sin ropa interior, ya que mientras dormís tu cuerpo sigue trabajando, por lo que la calidez que se alberga en las zonas íntimas durante esas largas horas puede producir diversas infecciones por el alojamiento de bacterias.
Un mito sobre el bóxer
La sospecha de que los calzoncillos tipo bóxer pueden afectar la producción de espermatozoides de un hombre es un cuento de viejas. Lo importante es que la ropa interior que uses no sea demasiado apretada y le permita a tu piel respirar.
Cuidado con las bacterias
Luego de seis a nueve meses de uso, los elásticos de los corpiños comienzan a gastarse. El problema -además de que estás menos “sostenida”- es que esto puede ser caldo de cultivo para las bacterias si la prenda no se lava de manera correcta y asidua.
La intención es lo que cuenta
Según una encuesta reciente de la empresa de lencería Triumph, casi dos tercios de las mujeres elige mal el talle de corpiño. Si bien esto no es grave, usar el tamaño incorrecto puede ser realmente incómodo y hacer que la ropa luzca horrible.
Un buen material El algodón puede evitar que sudes demasiado y atraigas bacterias.
Por último…
No lo olvides: cambiá siempre tu ropa interior. No lo dudes, hacelo todos los días. ¡Tu cuerpo y tu
pareja te lo agradecerán!