Si tuviera que definir el Amor lo llamaría ESENCIA, lo que somos, lo que nos hace a todos/as iguales, lo que nos une y nos conecta entre nosotros como un solo SER.
Somos Amor y sin embargo nos pasamos la vida buscando aquello que ya somos en los demás, esperando que otra persona venga y nos entregue lo que ya es nuestro por naturaleza.
Si te dieras cuenta del inmenso amor que hay en ti, si conectaras con él, aunque solo fuera por un instante, tu percepción del mundo, de ti y de los demás cambiaría por completo.
Quizás te preguntes cómo puedes conectar con ese amor que eres, yo creo que hay tantas formas de conectar con él como personas en el mundo, y solo llega cuando estás preparado para ello.
Y aquí comienza una bella historia, en la que ella conecto con un amor tan inmenso que jamás hubiera imaginado que existía…
Desde muy joven ya se sentía atraída por aquella palabra mágica llamada “AMOR”, se preguntaba cómo sería estar en él, cómo sería sentirlo. Un día cuando la vida consideró que ya estaba preparada, el amor llegó a su vida.
Hay personas que pueden hacer que conectes con tu alma, que llegan a tu vida para hacerte un regalo, para ser el espejo en el que te mires y veas quién eres realmente a través de su mirada.
Sus ojos eran transparentes, cristalinos como el agua, ella sentía que aquella mirada la desnudaba por completo, le hacía desprenderse de todo lo que no era, de aquello queimpedía que se mostrara tal y como era realmente.
Mirarle a los ojos era perderse en el tiempo, era desaparecer, dejar de ser alguien para sentirse todo, en aquel instante él y ella desaparecieron y sus miradas se transformaronen un encuentro de unión y de conexión con la energía del Amor.
Era como flotar en el aire, sin cuerpo, sin espacio ni tiempo, en unión con todo lo que existe y con todo lo que es, era precioso, se hubiera quedado allí eternamente…
Aquel ser transformó su mundo, igual que llegó desapareció, en silencio y sin palabras porque no eran necesarias, ellos ya se comunicaban sin hablar.
Ella en silencio le dio las gracias, él en silencio le dijo: ya somos uno, el tiempo y el espacio ya no existe entre nosotros, allí donde tú estés yo estaré y allí donde yo esté tú estarás, este amor que sentimos no es para ser tenido pues no tiene dueño, es lo que somos, este amor es para ser sentido, para ser vivido desde ningún lugar y desde cualquier lugar del mundo, desde ningún tiempo y desde cada instante de tu vida, cada vez que quieras conectar con él solo tienes que pararte y sentirlo, porque está en ti, en mi, y en todos.
La vida le había entregado un regalo, el más grande y maravilloso, la conexión con lo que somos cada uno de nosotros.
Un regalo en el que pudo encontrarse a si misma y conectar con ella, un encuentro eterno y bello que cambio su vida, ya nunca pudo mirar atrás, ni ser quien creía ser, cada día iba descubriendo cosas nuevas, experiencias que le mostraban de qué forma transmitir lo que sentía, como regalar a los demás un poquito de aquello que ella había recibido.
Cada día de su vida sigue dando las gracias por aquel encuentro, por sentir lo que siente, y sueña con que todas y cada una de las personas que existen puedan recibir el mismo regalo, descubrir y ser lo que son, en esencia Amor…
Mari Carmen Ruiz Fortes
Vocación & Talento