¿Te imaginaste alguna vez sentándote sobre una torta o embadurnándote con alguna sustancia pegajosa en tu propia habitación? Si es así, quizás sea momento de que conozcas el Splosh.
Para algunos es asqueroso. Para otros, delicioso. Como no estamos aquí para juzgar sino para aprender y compartir te contamos de qué se trata el Splosh. Esta práctica sexual consiste en derramar comida en el cuerpo propio y en el ajeno con una clara intención erótica. Guisos, chocolate, puré, miel…todo está permitido a la hora de embadurnarse.
El término Splosh nace de la onomatopeya que representa el sonido de una torta al estamparse en la cara. Originalmente utilizado en las historietas, comenzó a asociarse a este fetiche de la comida y el sexo en 1989 cuando el británico Bill Shipton lo introdujo en una revista erótica a la que llamó “Splosh!”, dedicada a las personas que gustaban de practicarlo. La publicación sólo duró 40 números pero es considerada la quintaesencia por los “sploshers”.
Crema batida, barro, espuma de afeitar, crema, salsa de tomate, helado…¡de la heladera al cuarto! ¿te animás?. Imagen: tumblr.com
Aunque la revista ya no existe, su sitio web continúa activo. Resulta divertido leer la invitación para entrar a este firmada por la socia de Shipton, Hayley: “Queremos que tengas el mayor entretenimiento sucio que puedas, así que ingresa y únete a mí en un mundo […] en el que una enorme torta en la cara es la única manera de decir ‘¡Te amo!’ […]”
Lo curioso de este fetiche es que incluso algunos gustan de untarse con sustancias aun con la ropa puesta. La lista es casi un vale todo: crema batida, barro, espuma de afeitar, crema, salsa de tomate, helado, flan, crema de chocolate, mantequilla de maní, crema, pintura, aceite… Entre las sustancias líquidas se encuentran el agua, el jugo, la leche o el alcohol.
En YouTube pueden encontrarse muchos videos de sploshers que permanecen disponibles a pesar de las connotaciones sexuales, porque la gran mayoría no incluye desnudos y por lo tanto son considerados seguros para todo tipo de público.
La publicación británica introdujo el término “Splosh” más de 20 años atrás. Imágenes: splosh.co.uk
Fiestas explosivas y pegajosas
A través de Internet, el fenómeno se ha extendido y así surgieron las Sploshing Parties, fiestas temáticas en las que los asistentes se arrojan todo tipo de sustancias pegajosas, muchas veces terminando la velada en la habitación. Si bien en Argentina no se tiene registro de estas fiestas por el momento, seguramente existan o no tarden en aparecer.
Los sexólogos apuntan a que la excitación por embadurnarse de comida tiene su origen en el mismo placer que sentíamos de bebés cuando hacíamos volar una cuchara llena de puré contra el piso o contra la cara de quien nos alimentaba.
Los sploshers más fervientes
Volviendo a la historia de Bill y Hayley, podemos encontrar en ellos las respuestas a muchas preguntas que surgen cuando leemos sobre el Splosh. En una entrevista realizada por Donnie Boman para Eyeshot, ambos explican que también para ellos esta práctica representa la inocencia y la vuelta a la niñez. En palabras de Bill: “De niños nos dicen constantemente que nos comportemos bien, que cuidemos nuestra ropa, que no juguemos con nuestra comida. Luego, a medida que crecemos, nos obsesionamos con nuestra apariencia. ¿Luce bien nuestro pelo? ¿El traje de diseño nos queda bien? El Sploshing es la antítesis de todo eso. Es una oportunidad para dejarse llevar por un par de horas y portarse deliberadamente mal, de arruinar nuestras mejores prendas. ¡Es una especie de anti-vanidad! Es la cura perfecta para el estrés de los ejecutivos”.
El término Splosh nace de la onomatopeya que representa el sonido de una torta al estamparse en la cara, muy utilizado en los comics. Imagen: deedoolife.blogspot.com.ar
Ante la pregunta de si el Splosh no es en sí mismo un acto humillante, Hayley afirma: “¿Cómo se puede tomar en serio el llenarse los pantalones de tu mejor traje con crema o el embadurnarse el pelo con margarina? […] Por supuesto, si soy honesta, hay un leve elemento de humillación en esto pero francamente es porque soy yo la que lo quiere así […] y no tengo un problema con eso. Nunca duele y no hay peligro de ningún tipo, y mientras estoy sometiéndome a eso se que lo peor que puede ocurrir es que pase mucho tiempo lavando mi pelo después.” A esto, Bill agrega, “No creo que lo que hacemos sea humillante. Somos iconoclastas. Tomamos a la mujer presumida en su trajecito, al guarda del tráfico, a la novia perfecta y los destruimos con su consentimiento”.
La web de la revista Splosh ofrece galerías de imágenes y videos de voluntarios y amigos del Splosh. Imagen: splosh.co.uk
Por si queres probar…
…pero no sabés por donde empezar, van algunos tips:
- En caso de que te guste lo salado, el sushi es una opción muy interesante. Con lo dulce hay que tener cuidado de no empalagarse.
- Lo pegajoso puede ser un arma de doble filo ya que probablemente nos obligue a levantarnos de la cama para lavarnos y esto rompe con el clima.
- ¡Olvidate de los picantes y de los aceites! Los primeros son agresivos para la piel de determinadas zonas y los segundos pueden provocar infecciones.
- El hecho de que lo que vayas a utilizar sea agradable a la vista es de suma importancia.
Por Marisol González Nazába