Muchas de las actitudes y creencias que mantenemos en realidad no nos agradan, y aún así las repetimos a lo largo de nuestra vida sin plantearnos hasta qué punto nos pertenecen, o las hemos aprendido
Tendemos a repetir como adultos, aquellos patrones de comportamiento con los que nuestros padres se relacionaron con nosotros. De esta forma, si fue una relación de distanciamiento, desapego, desinterés o soledad, tendremos a relacionarnos de la misma manera con los que nos rodean y con nuestros hijos. Ante una situación de falta de respeto físico o verbal, probablemente nos encontremos siendo irrespetuosos con los que nos rodean excepto, claro está, con aquellos que nos dan miedo, lo cuál no es mucho mejor, ya que la diferencia entre lo que queremos hacer y lo que hacemos generará una angustia tal, que como poco acabará en úlcera.
Por el contrario, si nuestros padres nos respetaron, amaron, comprendieron dándonos seguridad y confianza, construiremos relaciones familiares y sociales sobre los mismos pilares.
- Citación :
- La cuestión sería ¿Es posible la desprogramación para actuar de otro modo?
Sí, a través del Auto cuestionamiento.
Cada vez que nos sorprendamos actuando de una forma que no nos gusta, debemos analizar qué sentimientos la están provocando, y quizás, buscar en qué experiencia de nuestro pasado aprendimos a comportarnos de esta manera. Muchas de las “estrategias” que aprendimos de niños, no son necesarias con las herramientas que un adulto tiene para gestionar los conflictos sociales.
Por ejemplo, es posible que ante una situación de gritos constante, un niño aprenda a gritar como forma de encontrar su espacio en una familia gritona. Este tono de voz puede extenderse en nuestra vida de adultos cada vez que queremos llamar la atención de alguien, pero ya no necesitamos gritar, como adultos disponemos de otras formas de comunicarnos igualmente válidas y más respetuosas. Quizás al requerir la atención de nuestros padres, estos no se encontraban en situación de dárnosla, ante el dolor que nos produjo la ignorancia de nuestros padres es posible que nos encerrásemos en un mundo interior dejando de reclamar atención. Posiblemente estos niños crezcan hasta convertirse en adultos introvertidos, tímidos o con dificultades a la hora de acercarse a la gente.
Auto cuestionarnos nos llevará a entender el porqué de muchas cosas que hacemos y a cambiarlas si no nos gustan.
Aquella parte de nosotros que rechazamos, es la que nos disgusta en los demás al reconocer algo de nosotros que no queremos. Esta es una buena manera de comenzar
Eso sí, habrá que ser valiente, y abrir la mente. Es muy fácil ampararse en el “yo soy así y el que no quiera que no mire”, sin hacerse responsable de uno mismo.
Por: María Aparicio