Últimamente me pregunto mucho sobre los conceptos de abundancia y suficiencia. Sobre esta necesidad constante de desear más y más y más. Por un lado tiene todo el sentido del mundo, ya que considero que somos seres expansivos, pero hay algo en ello que me pregunto si nuestra actitud no será un poco enfermiza. O mal dirigida. De alguna manera lo sería cuando la abundancia se centra en exceso en el futuro. Mientras que la suficiencia se centra en el presente. Tengo suficiente, ahora, por eso soy abundante y me siento agradecido. Pero aun así, queremos y deseamos MÁS.
Es una curiosa tensión.
Cuando hablo de enfermizo me refiero a que la abundancia o la actitud hacia ella puede ser falsa en la manera en la que la vivimos.
¿Y no es la manera en que vivimos las cosas lo único que importa en realidad?
El deseo de abundancia puede ser un disfraz para un sentimiento claro de carencia. Como dice Lynne Twist en su libro “El alma del dinero”, vivimos en un constante sentimiento de carencia. Nos levantamos por la mañana y comienza la retahíla: “no he dormido lo suficiente”, “no tengo suficiente tiempo”, “no tengo suficiente dinero”, “no tengo suficiente amor”, “no tengo suficiente lo que sea“.
Entonces… deseamos abundancia, pero sólo porque reconocemos carencia y escasez en nuestra experiencia. Es decir, nuestra atención está centrada en lo que nos falta. No en lo que ya tenemos.
Voy a hacer un experimento. Y te invito a que te unas. Este experimento se llama “El Test de la Abundancia”. Y se basa simplemente en contestar a una serie de preguntas con un SÍ o con un NO.
¿Te atreves?
No lo pienses mucho.
El Test de la Abundancia
Responde a estas preguntas exclusivamente con un SÍ o un NO. Escribe las respuestas aunque sea en una hoja o en el móvil poniendo cada número al lado. Es muy sencillo. Sólo Sí o No.
1. ¿Cuándo te levantas cada mañana dispones normalmente de comida para desayunar?
2. ¿Te despiertas normalmente bajo un techo?
3. ¿Tienes tu propia habitación?
4. ¿Dispones de un cuerpo para hacer actividades físicas a lo largo del día?
5. ¿Dispones de una mente con la que puedes pensar, generar ideas, fantasear e incluso enredarte en ella?
6. ¿Dispones de la capacidad de sentir emociones y sentimientos de lo más variados?
7. ¿Si necesitas algo, tienes la posibilidad de hablar o contactar con alguna otra persona y compartir lo que te sucede?
8. ¿Tienes alguna pasión, curiosidad o hobby con el que te guste entretenerte?
9. ¿Dispones de conexión a Internet, donde se almacena casi toda la información y conocimiento del mundo, o al menos la manera de llegar hasta él?
10. Si ahora mismo, sonríes, ¿te sientes bien?
11. Si ahora mismo sueltas una pequeña risilla tonta, ¿te sientes bien?
12. ¿Crees que podrías bailar (y con esto me refiero a mover el cuerpo como te de la gana al son de una música)?
13. ¿Crees que podrías al menos imaginarte a ti mism@ bailando?
14. ¿Tienes a alguien a quien puedas abrazar (independientemente de su género)?
15. ¿Hay alguien con quien te puedas reir un poco de ti mism@ y de la vida?
16. ¿Dispones de alguna biblioteca en la que puedas leer libros sin pagar nada?
17. ¿Nutres tu conocimiento de libros sobre temas que llaman tu atención?
18. ¿Dispones de habilidades de algún tipo?
19. ¿Crees que tienes la capacidad de desarrollar nuevas habilidades o de llevar las que ya tienes aun más lejos?
20. ¿Puedes cantar o al menos tararear algo de música?
21. ¿Te puedes flipar haciéndolo?
22. ¿Puedes gritar?
23. ¿Tienes la capacidad de ayudar a al menos una persona todos los días (aunque sea una ayuda muy pequeñita)?
24. ¿Tienes una cama en la que acostarte todas las noches?
25. ¿Puedes escribir? (No bien, sólo escribir.)
26. ¿Comes al menos tres veces al día?
27. ¿Has contemplado la naturaleza? ¿Un río, una pradera, una montaña, un acantilado, un bosque, el mar, un atardecer…?
28. ¿Has visto “alguna vez” el sol iluminándolo todo y lo has sentido calentando tu cuerpo? (Es una inmensa bola de fuego flotando en el espacio.)
29. ¿Te ha conmovido alguna vez el misterio y el silencio de la noche?
30. ¿Has materializado alguna vez algo que tan sólo has imaginado previamente?
31. ¿Has probado a hacerlo? ¿O a darte cuenta de que llevas toda la vida haciéndolo?
32. ¿Dispones de dinero cada mes? (No pregunto la cantidad. Tan sólo dinero.)
33. ¿Crees que podrías gestionar ese dinero de otra manera? (Aunque sean pequeños cambios. ¿Hay posibilidad de que no se mueva siempre igual?)
34. ¿Asocias el dinero a sentimientos de culpa, escasez, miedo, corrupción o dominio?
35. ¿Asocias el dinero a nutrir tu cuerpo y tu alma? ¿Como un medio para crear un mundo mejor?
36. ¿Crees que podrías gestionar todos los recursos presentes en las preguntas anteriores de maneras diferentes, nuevas y originales?
37. ¿Podrías hacer hoy algo nuevo?
Resultados del Test de la Abundancia
Bueno, si has respondido a todas las preguntas, ahora es cuando en los tests vienen los resultados que dirán en qué punto te encuentras. En este caso, cuánta abundancia hay en tu vida.
Obviamente no lo voy a hacer aquí.
La abundancia NO se puede medir. Esa no es la abundancia. Y ese es el error de planteamiento con respecto a la abundancia. La abundancia no es cuánto tienes. Cuando mides, comparas e incluso compites, no es abundancia. Es carencia.
La abundancia no es cuánto, es cómo. Aquí es donde la abundancia y la suficiencia se encuentran.
La abundancia no es cuántos SÍES había en las preguntas anteriores. La abundancia es el simple hecho de incluso plantearte y reflexionar sobre las respuestas.
La abundancia es un estado interno. Y en términos prácticos es cómo gestionas lo que YA hay. Esa gestión es la que va a hacer que te sientas abundante o no. Puedes encerrarte en una mansión kilométrica rodead@ de todo tipo de bienes y sentirte carente y miserable. Puedes quitarte toda la ropa y bañarte en el océano y sentirte abundante y pletóric@.
No es el qué ni el cuánto. Sino el cómo.
Es la gestión que haces de lo que ya hay. Porque puede ser que lo que ya hay sea SUFICIENTE.
Mira el planeta. ¿Crees que hay suficiente? ¿Crees que hay suficiente para todos?
La cuestión es que la tendencia es a actuar como si no lo hubiera. Destrozamos el planeta actuando como si no lo hubiera. Explotamos a los demás actuando como si no lo hubiera. No hay suficiente comida, no hay suficientes recursos, no hay suficiente dinero, no hay suficiente amor, no hay suficiente espacio para todos… ¿No hay suficiente para que todos vivamos una vida desde la alegría y no desde la necesidad?
Buscamos más y más y más. Producir más. Generar más. Agotarnos más. Pero si miras a tu alrededor, YA había MÁS. Es la manera en la que miras, la manera en la que gestionas lo que hay la que te da la sensación de que en realidad hay menos.
Sé que son reflexiones complicadas. Para mí lo son. Y por eso quería compartirlas aquí contigo.
Por Gonzalo Fuentes