¿ES POSIBLE SUFRIR UNA SOBREDOSIS SEXUAL?
Claro que sí. Ya sea por una práctica excesiva de sexo, por sobreexposición a material pornográfico o por demasiada auto estimulación es posible ir perdiendo el deseo sexual.
Aunque la pregunta suena un poco graciosa, y habrá quiénes creen que hasta se trata de una broma, la respuesta es: ¡Sí! Claro que se puede sufrir una sobredosis de sexo. Cualquier cosa que se haga en exceso puede causar saturación, y el sexo, por más bueno que sea, no es la excepción. Por ejemplo, si miras 200 horas de material pornográfico en 20 días, es muy probable que las escenas eróticas que alguna vez te causaron placer no te muevan ni un pelo.
Por lo tanto, es muy normal en temas de sexo que cuando alguien vive una fuerte saturación o sobredosis de práctica, estímulo o exposición, pierda el interés. Para evitar que esto suceda lo mejor es mantener un balance desde el comienzo, y eso difiere de un ser humano a otro. Es decir, no hay una medida promedio que nos indique cuando es mucho o poco, sino que eso depende de cada uno.
Entonces, si tener relaciones sexuales con demasiada frecuencia puede terminar en una saturación del sexo en pareja -¡y ni hablar de la monotonía de caer en la rutina!, la mejor solución es que encuentres un equilibrio. Pero como una pareja está compuesta por dos integrantes, ¡es muy importante la comunicación! Es necesario que le cuentes a él o a ella lo que estás viviendo. Así podrán establecer un balance en sus relaciones sexuales, de acuerdo a las necesidades de cada uno, y evitarán pasar períodos frenéticos en los que tienen sexo todo el tiempo y otros en los que no sucede absolutamente nada.
En cambio, cuando la saturación o sobredosis se da porque practicas la masturbación con una frecuencia mucho más alta de lo que para ti es necesaria, y luego sientes que cuando tienes relaciones no llegas al orgasmo de la misma manera que cuando es auto provocado, está en ti intentar espaciar tus prácticas masturbatorias. Si bien la autosatisfacción es necesaria para conocerse a una misma, saber qué caricias nos gustan y cuáles son los botones que hay que tocar para alcanzar el Gran Oooh!, y luego transmitirle toda esta información a nuestra pareja para que sepa qué nos enciende, debemos practicarla en su justa medida. Medida que depende de cada una. Además, siempre está bueno aguantarse un poco las ganitas para después saciarlas con la pareja, ¿no?
Como mencionamos al principio, la sobredosis también puede darse por una sobreexposición a material pornográfico. Cuando se produce este tipo de saturación no sólo puedes dejar de sentir placer por esas imágenes que antes te causaban tanto erotismo, sino que corres el riesgo de dejar de disfrutar del sexo con tu pareja. ¿Por qué? Pues, porque en un film pornográfico todo es perfecto ya que es una ficción. Aunque muchas veces el sexo sea real, no hay nada librado al azar y hay una cuota de esteticidad que es muy difícil de lograr en tus relaciones sexuales. Lógicamente, el primer paso es evitar esa sobreexposición al material pornográfico. Nadie dice que dejes de mirar pornografía de una vez y para siempre si para ti es una fuente de placer, pero trata de ir disminuyendo la frecuencia; evita estar sola en los momentos en los que usualmente consumías material pornográfico y/o imponte una nueva rutina que te saque de casa para no caer en el hábito.