La vida no te debe nada, porque la vida ya te ha dado todo. Te debes a ti mismo la delicadeza de trabajar para aprovecharla al máximo.
Estás vivo en un universo lleno de ilimitadas posibilidades. Tus acciones enfocadas, persistentes y bien determinadas pueden transformar cualquiera de esas posibilidades en algo de un valor enorme.
La abundancia a la cual ya tienes acceso es muchísimo mayor a cualquier cosa que se te pudiese ocurrir reclamar. Sin embargo, lo que puedes pedir de ti mismo es convertir todo ello en una experiencia gratificante y plena de sentido.
En la enorme abundancia de la vida encontrarás energía y recursos más que suficientes para concretar logros plenos de excelencia. Crear y expresar esos logros a través de tus pensamientos, acciones y compromisos sólo depende de ti.
Dar vida a las mejores de tus posibilidades, es algo que te debes a ti mismo y también a ellas, tus mejores posibilidades. Hacer el esfuerzo y llevar a cabo la tarea de dar lugar a ese logro único y especial al que solo tú puedes dar vida, es algo que también te debes.
Tu vida única, preciosa y especial te conecta con todo lo que es. Cada momento constituye tu oportunidad de expresar, más plenamente aún, tu inapreciable legado.
— Gabriel Sandler