Cuando la relación amorosa se ve atacada por la infidelidad, sufre igual que un corazón infartado: el dolor es intenso, nada vuelve a ser igual y, durante la crisis, aparece la posibilidad de morir emocionalmente... pero también de vivir, incluso, en mejores condiciones.
Entre menos personas estén involucradas en el asunto es mejor, porque, después, no sólo tendrán que enfrentar el conflicto entre ambos -con el dolor y la angustia que les produce-, sino que tendrán que hacerlo con la opinión, los consejos y los comentarios negativos de los demás, producto del impacto de esta noticia en ellos.
La infidelidad es el resultado de conflictos no resueltos en la pareja. Y es ella y nadie más la que debe decidir si acabar o continuar con la relación. Es preferible evitar el tomar una decisión precipitada mientras ambos estén afectados porque pudieran equivocarse; es mejor darse el tiempo para analizar lo que pasó y sentirse dispuestos a reparar el daño o a propiciar un rompimiento sano.
A pesar de lo grave que nos parezca esta falta, es bueno tener presente que siempre tenemos dos opciones, terminar o continuar con la relación, en cuyo caso es importante practicar el perdón para sanar las heridas emocionales y evitar que el dolor se convierta en resentimiento dentro de nosotros; estar dispuestos a pasar la página, que significa romper con el círculo vicioso en el que podemos caer, al recordar constantemente lo que pasó& para dejar esa experiencia atrás, y evitar usar lo sucedido como un punto de referencia en adelante, para evaluar y juzgar todos los detalles del comportamiento y la actitud del que cometió el error.
Es aconsejable buscar ayuda de un buen profesional de la conducta para que los ayude a despejar las dudas que asaltan tanto a quien fue engañado como al que engañó, y para que los guíe durante el proceso de recuperar el amor y la armonía de la relación.
La única razón para continuar juntos después de una infidelidad es que el sentimiento del amor sea fuerte y ambos estén dispuestos a hacer cuanto sea necesario para recuperar y mantener la llama del amor encendida.
Claves para superar una infidelidad
Perdonar. Escojan un ejercicio del perdón que les sea agradable, y practíquenlo, al menos, por 21 días. Recuerden que no puede ser un perdón por conveniencia, tiene que salir desde el corazón, con el deseo de liberarnos de la carga de culpa, dolor y temor que cargamos.
Distraer la mente. El recuerdo constante de lo sucedido no nos permite perdonar y mucho menos darnos otra oportunidad. Cada vez que una imagen se presente, distrae tu mente, ponte en actividad y no profundices en ella.
Buscar ayuda. La terapia puede ayudarlos a identificar las causas de la infidelidad, lo que sucederá después de ella y lo que espera uno del otro. También les ofrece la posibilidad de hablar, buscar soluciones, perdonarse, reparar el daño y ubicarse en la realidad.
por MAYTTE