¿Qué circunstancia vital estás enfrentando en tu vida? ¿No tienes trabajo, te estás separando de tu pareja, comienzas una nueva vida en otro país? En fin, la lista puede ser muy larga.
Cualquiera que sea tu situación actual, recuerda que es temporal, todo pasa. Lo importante es ante todo tener presente que cada vez que terminamos un ciclo en nuestra vida experimentamos miedo, ansiedad y una pérdida temporal del rumbo.
En ocasiones la sensación es de estar perdidos, sin saber qué hacer ni por donde comenzar. Nos desdibuja por momentos la fortaleza y la confianza.
En este sentido, la buena noticia es que cuando una etapa se acaba podemos volver a elegir, recuperarnos para nuevamente ser los escultores de nuestra vida. Eligiendo ser los protagonistas del cambio, en lugar de jugar a víctima y colocando la culpa y responsabilidad fuera.
Entretanto, si la tristeza o confusión persiste por más de seis meses conviene solicitar ayuda profesional.
¿Por dónde comenzar?Descúbrete de nuevo, desde tu identidad, pasando por tus capacidades y el merecimiento.
Si tú identificas que tu pensamiento gira en torno a no merecer ser feliz, inmediatamente vuelve a elegir y a aclarar qué quieres.
Muchas personas no avanzan o sus existencias son una constante repetición de fracasos porque no tienen claridad en hacia dónde van y qué merecen. Evidentemente, su autoestima no está del todo fortalecida, derivando como consecuencia en realidades no deseadas.
Entonces, para comenzar el cambio, aclara los siguientes aspectos:
• ¿Qué quieres en tu vida?
• ¿Qué es lo que no quieres en tu vida?
• Identifica tus bloqueos internos.
• Y actúa desde tu intuición.
Si no logras actuar es porque tienes dudas y las mismas deben ser desvanecidas para fluir.
Por último, recuerda que el mundo que miras es una proyección de tu mundo interno, por lo que revisar dentro de ti y hallar los nudos que no te permiten avanzar para liberarlos traerá como consecuencia un cambio de dirección en tu vida trazada desde la libertad y el merecimiento.
Haz que todo fluya en la dirección que deseas, siempre se puede y debes recomenzar. ¡Éxito!
por FRANCA TREZZA