El mago en el astral debe aprender a dominar y someter a su voluntad aquello que le rodea, este es el fin de la magia. me refiero al hablar de todo ello, alas fuerzas astrales, a los espíritus que habitan el plano astral, ojo porque aquí están tanto los buenos como los malignos a los que tradicionalmente se llamarian angeles y demonios.
La evocación de las fuerzas astrales es uno de los actos mágicos que necesita de un mayor domino personal por parte del mago, ya que no se trata solamente de provocar fuerzas, sino dominarlas y luchar contra ellas cuando sea necesario. Muchas veces esas fuerzas astrales no querran doblegarse a nuestros deseos: es entonces cuando el mago deberá mostrar toda su preparación y poder o sucumbir, no hay otra alternativa.
La evocación de las fuerzas astrales es el acto mágico que necesita, también, de una mayor protección, el lugar donde se realice,incluso si se trata de un ocultum permanente deberá ser de nuevo purificado a cada operación, el circulo mágico de máximo protección contra las fuerzas astrales, deberá ser trazado cuidadosamente ya que cualquier error o imperfección puede ser fatal.Si el círculo esta mal trazado el mago lo notará a través de una desapacible sensación: con la espada el mago trazará unos rápidos círculos a su alrededor hendiendo aire en torno suyo, y notará inmediatamente unos débiles destellos en la extremidad de su espada.... las fuerrzas astrales rechazadas, entonces sabrá que ha vencido el peligro..
La espada y el bastón serán, en este acto, los principales elementos de acción del mago, mediante el bastón y tras recitar el ritual de invocación, el mago atraerá hacia si a las fuerzas astrales, que se mantendrán fuera del círculo de proteccion.Una vez llamados esos espíritus astrales y mantenidos a distancia suficiente, el mago deberá aprender a enviarlos de nuevo a su lugar de origen, rechazandolos con su espada y la fórmula de abjuración, solo entonces renacerá la seguridad en torno suyo.
En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, todos pueden ver pero pocos pueden comprender lo que ven. Pocos ven lo que somos pero todos pueden ver lo que aparentamos.